martes, 22 de diciembre de 2015

Los versos satánicos, de Salman Rushdie


Hace tiempo leí un artículo sobre la libertad de expresión y la censura, desde uno mismo o desde fuera (política o religiosa), y supe que Salman Rushdie fue condenado a muerte a través de una fatwa del imán iraní Jomeiní por escribir Los versos satánicos. Me pareció que su lectura podía complementar mi último proyecto del 2015 (que terminaré ya en 2016) y lo leí para conocer de primera mano esas blasfemias y juzgar, no sólo si había motivos para la ofensa, sino si esa ofensa era justificada para alcanzar un objetivo mayor. Admito que me ha gustado, que me he reído bastante, pero que también hay algo de ofensa innecesaria. 

lunes, 9 de noviembre de 2015

Archipiélago Gulag, de Alexandr Solzhenitsyn


Hace ya tiempo que vivo en Alemania, país al que me une un vínculo especial. Alemania se avergüenza de su pasado, pero no es la única nación con campos de concentración en su Historia, aunque se hable más de unos que de otros. ¿No son todas las víctimas iguales? Y los totalitarismos, ¿no son también todos malos, sin importar a qué lado de la política se sitúen? Por eso, porque no sólo en Alemania se mató a sus ciudadanos por su raza, opinión política o capricho del destino, decidí leer a Solzhenitsyn, y así agradecerle de una humilde manera que se jugara la vida escribiendo esta obra monumental por la que fue deportado de la URSS. La leí hace mucho (también tardé mucho), pero hay libros que siempre merecieron un hueco en el blog.

martes, 27 de octubre de 2015

La familia Karnowsky, de Israel Yehoshua Singer

La familia Karnowsky cuenta la historia de una familia judía desde los orígenes de su fortuna en Polonia hasta su marcha a Berlín y el exilio por el ascenso de Hitler al poder. Es, de nuevo, una historia con el nazismo y el Holocausto de fondo, un tema inagotable. Pero la perspectiva es algo diferente y eso lo hace especialmente interesante.

sábado, 17 de octubre de 2015

Lo que no te mata te hace más fuerte (Verschwörung), de David Lagercrantz


Intenté evitarlo, pero no pude. En cuanto salió a la venta Lo que no te mata te hace más fuerte, la secuela de la trilogía de Millenium, me la compré. Aun sabiendo que no era la continuación oficial basada en los manuscritos de Larsson, que era un capítulo probablemente más destinado a hacer caja que a homenajear al autor fallecido. Aun sabiendo que Lagercrantz iba a ganar dinero a costa de un autor que nunca pudo ver el éxito de sus obras. Lo compré y lo leí. Y fue mejor de lo que esperaba.


miércoles, 7 de octubre de 2015

Rojo y negro, de Stendhal

Entre tanta novedad, y aprovechando el verano, decidí volver a los clásicos, a esos libros eternos que se quedan pendientes porque parece que siempre habrá tiempo de leerlos. Stendhal era una de mis grandes lagunas, y entre El Rojo y el Negro y La Cartuja de Parma, me decidí por el primero, en parte por unos elogios apasionadísimos que le había leído al crítico de cine Carlos Boyero, nada dado a las alabanzas. Decía que era un libro "maravilloso", al que siempre volvía. Y lo definía así: "Es la historia de un trepa enamorado al que las cosas le salen mal".

lunes, 14 de septiembre de 2015

Crematorio, de Rafael Chirbes

Una crisis tan terrible como la que ha golpeado España tenía que terminar convertida también en uno de los temas más 'contados' en la literatura actual. Y de entre todos los autores contemporáneos que se han atrevido a ponerle rostro destaca uno, fallecido hace muy poco: Rafael Chirbes. Lo hizo de forma terrible en su último libro, En la orilla. Y lo hizo también en Crematorio, la primera parte del díptico, extraordinariamente certera pese a que la escribió cuando aún llamaban agoreros a los que avisaban de lo que se venía encima.

sábado, 5 de septiembre de 2015

La insoportable levedad del ser, de Milan Kundera


Hace muchísimos años que leí La insoportable levedad del ser. Fue un regalo, que recibí quizá demasiado pronto. Obligada a imaginar los sentimientos que leía y las personas que protagonizaban la novela, éste es uno de esos libros que marcan, y que acuden a menudo a la memoria. Hay textos y personajes que en su momento no entendí, cuya significación sólo intuí en un mundo de sentimientos para los que no fui especialmente precoz que, con el tiempo, han vuelto a mí y he reinterpretado: vidas que ahora entiendo, miedos que ahora tengo. La tarea de releerlo está ahí, porque seguro que ahora el libro me dice otras cosas que serán igual o más interesantes que las que me dijo entonces. O quizá menos, y por eso nunca me decidí a bajarlo de la estantería. 

miércoles, 26 de agosto de 2015

Una casa de tierra, de Woody Guthrie

Considerado uno de los cantautores más importantes de Estados Unidos -Bob Dylan le adoraba-, hasta hace pocos años no se sabía que, además de muchísimas letras, también dejó una novela. En España, fue recuperada por Anagrama, con ilustraciones del autor y un resumen de su ajetreadísima vida. Suelo desconfiar de los presentadores que escriben, las actrices que también cantan, los cantantes que son poetas... Y me acerqué a este libro más por curiosidad que por la esperanza de encontrarme con una gran obra. Me equivoqué: me encantó desde el principio hasta el final y se lo recomendaría a cualquiera. Las letras de Woody Guthrie eran preciosas. Y fue capaz de crear un libro igual de bello.

domingo, 16 de agosto de 2015

El jardín de los cerezos, de Antón Chéjov


El teatro no hay que leerlo, sino verlo representado. Y eso hice yo con Chéjov y su Jardín de los cerezos: verlo en el National Theater. El problema es que la versión tenía ciertos toques modernos que no terminé de entender (había militares con metralletas en el reparto) así que, por recomendación de una de las amigas con las que fui a verlo, decidí leerlo. Y aunque cierto atrezzo era inventado y, para mí, sobraba, muchas de las situaciones eran tal y como Chéjov las quería... porque los últimos nobles de Rusia rozaban el ridículo ignorando la realidad de su nueva pobreza. 

lunes, 10 de agosto de 2015

Mejor hoy que mañana, de Nadine Gordimer

Los libros te hacen viajar, dicen... y con pocos lo he sentido tanto como con Mejor hoy que mañana. Apenas había oído hablar de Nadine Gordimer, ganadora del Nobel en el 91, y tampoco sabía mucho de la historia de Sudáfrica más allá de las referencias a Mandela y al apartheid. La historia de Mejor hoy que mañana arranca justo ahí, en el año que acabó con la segregación racial e hizo nacer una nación nueva. Gordimer nos cuenta lo que no sabemos: lo que pasó con su país después, la vida que sigue cuando el cambio llega. Y viajas allí. Sin duda.

domingo, 2 de agosto de 2015

La constelación del perro, de Peter Heller

Si hubiera visitado una librería buscando alguna novedad que leer, nunca me hubiera decantado por La constelación del perro. Ambientado en el futuro, en este libro Big Hig nos cuenta cómo es su vida en su aeropuerto, adonde ha ido a parar tras sobrevivir a una epidemia de gripe que ha acabado con el 99% de la población mundial. Me recordaba demasiado a La carretera, libro que conscientemente decidí no leer por mi alta sensibilidad. Pero los regalos (y los cuñados) están para poner remedio a los errores de una, así que aquí va la crítica que debo desde Navidad. Adelanto: me ha gustado. 

sábado, 25 de julio de 2015

La hora de la estrella, de Clarice Lispector

La hora de la estrella es el último libro de una autora que no conocí hasta hace muy poco, Clarice Lispector. Supe de ella por frases sueltas citadas en artículos, en blogs, en libros... Citas, sobre todo, sobre el oficio de escribir, que ella describía con una fuerza increíble. Para Lispector, escribir es desnudar y desnudarse del todo. Y a ella le salía de dentro como un impulso irresistible. Esta obra, la única suya que he leído, trata sobre la escritura como forma de acercarse a la verdad y es una especie de testamento sobre la íntima búsqueda que fue para ella ese oficio. La seguiré leyendo. Seguro.

domingo, 19 de julio de 2015

Pequeña Inglaterra, de Ioanna Karystiani


Otra de las lagunas que tengo en mi currículo lector es la literatura griega. Ahora que tanto hablan de Grecia en los Telediarios, debo reconocer que éste es el primer libro de ese país que leo. Le pedí una recomendación a mi amigo griego, y me regaló este libro que, según le habían comentado, me iba a gustar. Un poco cursi, la verdad, y me ha costado mucho entender la relación entre las dos hermanas. Pero describe muy bien la vida de los marineros y de los pueblos de mar, donde las mujeres esperan y esperan, y aman, y se quedan viudas. Donde el matrimonio convive sólo unas cuantas semanas cada dos o tres años, y el resto del tiempo sobrevive a base de cartas y desvelos. 

miércoles, 15 de julio de 2015

La noche del oráculo, de Paul Auster

Hacía muchísimo que no me leía un libro de Paul Auster, con sus escritores desquiciados y, sobre todo, con su Nueva York lleno de rincones misteriosos. Este lo empecé por ser un regalo y me reencontré con un Auster que me gustó mucho más de lo que recordaba. En La noche del oráculo están el mágico efecto del tiempo, las casualidades, los enigmas detrás de su ciudad de siempre. Y una forma de contar compleja, que entrelaza ficción y realidad, pero tan bien estructurada y con un ritmo tan ágil que atrapa al lector llevándole a donde le quiere llevar: a reflexionar con él sobre lo frágiles que son nuestras certezas.

lunes, 29 de junio de 2015

Splitterfasernackt (En cueros), de Lilly Lindner


Hace tiempo hablé con unas amigas sobre un libro éxito de ventas, la autobiografía de una mujer que había estado enferma de anorexia y bulimia, que se había dedicado a la prostitución y que en su infancia había sido violada. De cómo en la radio comentaban su valentía por hablar tan claro de tantos temas tan espinosos, y de cómo había salido adelante a pesar de los intentos de suicidio. Yo no soy aficionada a los libros tan crudos porque me afectan mucho, y pensaba haberlo leído tras la recomendación de alguien que lo conociera, pero lo recibí de regalo por mi cumpleaños así que le hice un hueco en la lista. Por supuesto que he llorado leyéndolo.

miércoles, 17 de junio de 2015

En busca del tiempo perdido (VII): El tiempo recobrado


Por fin he terminado. En 2014 me propuse leer En busca del tiempo perdido: porque no se puede entender la literatura del S.XX sin conocer a Proust, porque su fama de libro aburrido suponía un reto para mí, porque un conocido me habló de él con tanta pasión que creí que podía merecer la pena… Y, después de tantos meses, por fin he terminado. Tras la lectura de El tiempo recobrado, escribo este post que pretende resumir el último tomo y hacer una crítica de la obra entera. Así que, esta vez sí: aunque no hayáis leído La fugitiva, podéis seguir leyendo. Al final de la entrada os dire si os recomiendo el libro… o no.

jueves, 11 de junio de 2015

Oso, de Marian Engel

Escribo muy poco tiempo después de haber terminado Oso, de Marian Engel, y aunque sigo sin saber bien cómo clasificarlo sí puedo decir que leerlo me ha hecho más feliz. Es una lectura distinta y algunas páginas suponen casi un desafío. Pero es una prueba más de que se puede hacer algo bello de casi cualquier cosa.

viernes, 5 de junio de 2015

El Quijote de Andrés Trapiello: ¿sí o no?

Muchas editoriales dejan sus grandes lanzamientos para las fechas próximas a la Feria del Libro y ése ha sido el caso del Quijote de Andrés Trapiello, recién publicado con una enorme expectación mediática por Destino. La pregunta más repetida en las entrevistas que ha concedido el autor es si era necesario. Y Trapiello se afana en defender un trabajo de catorce años consistente en retocar el libro de Cervantes en cuestiones de léxico y sintaxis lo mínimo posible. Su objetivo, aproximar el español del XVII al español de hoy y acercarlo así a lectores que aún lo tenían entre sus obras pendientes asustados, en parte, por un lenguaje que temían farragoso y arcaico.

domingo, 31 de mayo de 2015

Sumisión, de Michel Houellebecq

He de reconocer que Houellebecq es mi debilidad. Hace un tiempo leí su ultimo libro y, aunque no me encantó, me gustó lo suficiente como para intentarlo de nuevo con su nueva publicación. Además, hablaba de una posible futura Francia con un gobierno islamista, tema interesante tras los sucesos de Charlie Hebdo y para mí, que vivo en una ciudad con un alto porcentaje de población musulmana. Como demasiado habitualmente, la publicidad exageró y el libro no provoca tanto como esperaba, pero Houellebecq tiene siempre un punto de vista tan particular que, al menos, me hizo pensar.

martes, 26 de mayo de 2015

En la orilla, de Rafael Chirbes

Ahora que ya han pasado la promoción y los premios, ahora que empieza a abandonar poco a poco las estanterías de novedades, apuesto por que En la orilla seguirá muy vivo dentro de muchos tiempo. Será, quizás, considerado como el título que mejor reflejó los primeros años de la crisis, esos en los que vimos cómo todo se derrumbaba.

sábado, 16 de mayo de 2015

Cicatriz, de Sara Mesa

Amor, incomunicación, silencios... la solapa de Cicatriz prometía todos estos temas y su título, y su cubierta, invitaban a leerlo. Pero el libro no se queda sólo en eso. La relación que Sara Mesa crea entre sus dos protagonistas, retorcida, claustrofóbica, indaga aún más adentro. En realidad, Cicatriz es un viaje doloroso al centro de nosotros mismos. A nuestros rincones más oscuros.

sábado, 2 de mayo de 2015

Mr. Witt en el cantón, de Ramón J. Sender


Un amigo me mandó un libro que le había pedido y, de paso, me envió también Mr. Witt en el cantón, para que lo leyera y le hiciera un hueco en el blog. Se coló en mi lista de pendientes por su insistencia y, también, por mi curiosidad, ya que no sabía muy bien por qué le gustaba tanto este libro. Tras leer la primera página lo entendí todo: la trama se desarrolla en su amada ciudad natal, Cartagena. Pero lo mejor del libro es que, si en vez de la historia del cantón el autor hubiera hablado de otra rebelión, seguiría siendo igual de bueno. Y seguro que a mi amigo también le habría gustado. 

lunes, 13 de abril de 2015

En busca del tiempo perdido (VI): La fugitiva, de Marcel Proust

Ya estoy en la recta final de mi propósito del 2014: he terminado de leer el sexto tomo de En busca del tiempo perdido, La fugitiva (o, en otras versiones, Albertina desaparecida). La verdad es que me ha gustado bastante: en su línea, casi no pasa nada en las trescientas páginas de libro, pero los sentimientos que describe son universales, por lo que podemos entender a nuestro amigo Marcel. Por favor, seguid leyendo sólo si ya leísteis La prisionera

lunes, 6 de abril de 2015

La ladrona de libros, de Markus Zusak

Esta novela es la segunda parte de un regalo. Me la recomendó una amiga que vio la película, pues supuso que en libro la historia ganaría bastante. La verdad es que yo la película no la he visto así que no puedo juzgar, pero el libro me ha parecido original. En mi opinión, hay un poco de drama innecesario (aunque hablando de los nazis y de la Segunda Guerra Mundial, pudo ser peor), y el autor pudo haber jugado mucho más con los libros. Pero como libro juvenil sobre las víctimas inocentes de las guerras, creo que está bastante bien. La Muerte es muy buena narradora. 

martes, 24 de marzo de 2015

Las aventuras de Huckleberry Finn, de Mark Twain

Un viaje que está en proyecto me llevó a Las aventuras de Huckleberry Finn. Es un libro que suele leerse en la adolescencia, más o menos a la edad que tiene el protagonista. La forma de disfrutarlo hubiera sido distinta si lo hubiera leído entonces y lo que me habría transmitido, también. Pero no me arrepiento de haber llegado a él tan tarde. Temía encontrarme con un libro de aventuras pensado para niños. Pero tiene el don de transportarnos a lo que sentíamos cuando éramos pequeños y dedicábamos todo el día a jugar y explorar. Y eso vale muchísimo.

domingo, 8 de marzo de 2015

El tambor de hojalata, de Günter Grass

 Después de conocer a Grass con su El gato y el ratón, prometí retomar a este autor pero en castellano para juzgarlo mejor, porque su lectura en alemán me resultó casi imposible, e intuía que merecería la pena. Por consejo de un seguidor decidí leer El tambor de hojalata que es, quizá, su novela más conocida. Debo decir que hacía mucho, mucho tiempo, que no tenía tantas ganas de escribir una reseña, ni tanto miedo de no estar a la altura. No es que otros libros me parezcan malos, o que mis reseñas sean siempre buenas, si no que hay demasiado que contar... y demasiado que no comprendí del todo. En fin, haré lo que pueda. Espero, al menos, despertar vuestro interés por un escritor que yo misma conocí tarde, pero al que sin duda volveré a leer.

lunes, 2 de marzo de 2015

El jilguero, de Donna Tartt

Tras la publicación de El jilguero, ganador del Pulitzer en 2014, se dispararon las visitas y búsquedas sobre el cuadro del mismo nombre en el que se apoya toda la novela. Es la consecuencia lógica tras leerlo: entre las virtudes de este libro, está la de contagiar la fascinación por las cosas bellas y los objetos con alma, que hablan con nosotros siglos después de que fueran creados. El protagonista ata muy pronto su destino al del cuadro, pequeño y delicado, fascinado por su inmortalidad: poseerlo le hace sentir distinto y cuidar de que no le pase nada se convierte en una obsesión. La historia de ese vínculo y la soledad de la que nace es el pilar de esta historia.

sábado, 21 de febrero de 2015

Orgullo y prejuicio, de Jane Austen

Hacía tiempo que quería leer Orgullo y prejuicio para comprobar si, como sospechaba, era una novela cursi. Así que aproveché el regalo que me hicieron unos amigos y lo invertí en Jane Austen, en inglés, para probar suerte e intentar sentirme identificada con las mujeres de principios del siglo XIX, con sus vestidos y su educación, sus propuestas de matrimonio y sus reputaciones... la verdad es que no ha sido fácil porque las cosas han cambiado mucho, pero he conseguido sacarle al libro una enseñanza. 

domingo, 15 de febrero de 2015

Nudos y cruces, de Ian Rankin

La novela negra no es lo mío, pero hay que leer de todo y más si viene muy recomendado... así llegué a Nudos y cruces, de Ian Rankin, un escritor escocés de bastante éxito. El libro es el primero de una saga protagonizada por el inspector John Rebus, que recuerda bastante al Wallander de Henning Mankell. A los fans del género les gustará. A los que no lo son tanto, les dará al menos unas cuantas horas de entretenimiento.

miércoles, 4 de febrero de 2015

Kokoro, de Natsume Soseki

Kokoro significa "corazón" en japonés. Y ese es el tema de este libro pausado y lleno de silencios. El corazón como fortaleza, como cárcel en una sociedad tan poco dada a expresar los sentimientos. El corazón rompiéndose y abriéndose, por fin, revelando que está lleno de disculpas que no se llegaron a pedir y de heridas que no se curan nunca.

sábado, 24 de enero de 2015

En busca del tiempo perdido (V): La prisionera, de Marcel Proust

Comencé el año leyendo la quinta parte de En busca del tiempo perdido. La prisionera me ha gustado mucho, a pesar de que en el libro no pasa prácticamente nada. Quizá porque el autor se sincera y sufre más que en otros libros, convirtiéndose en un burlado más de la sociedad a la que tanto critica. Como siempre, seguid leyendo sólo si leisteis Sodoma y Gomorra

domingo, 18 de enero de 2015

Nos vemos allá arriba, de Pierre Lemaitre

Soy más de clásicos que de novedades y me cuesta que me guste de verdad un libro reciente. Pero animada por las recomendaciones le di otra oportunidad a Pierre Lemaitre y, recién acabado, puedo decir que Nos vemos allá arriba es de lo mejor que he leído en mucho tiempo. El estilo es buenísimo, la historia no pierde interés en ningún momento y los mensajes entre líneas son demoledores. Lo mejor, quizás, es que es un libro un poco inclasificable: el argumento es muy duro, pero hace reír en muchas páginas. Y cuando empezamos a tomárnoslo todo a broma, Lemaitre incluye momentos y frases que emocionan. Mucho.

domingo, 11 de enero de 2015

Krokodil im Nacken (Cocodrilo al cuello), de Klaus Kordon

Este libro fue un regalo de cumpleaños de un amigo cuyos regalos han contribuido ya en dos ocasiones a completar el blog. Krokodil im Nacken es un libro juvenil, regalado con la intención de mejorar el idioma (los dos lo hemos leído en alemán) y de conocer mejor la historia del país en el que vivimos. Manfred Lenz, el protagonista, está en la cárcel por intentar huir de Alemania del Este, por lo que uno de los temas del libro es el tratamiento de los presos y el maltrato o el aislamiento de los detenidos en la Alemania comunista. Siempre con la esperanza de poder salir del país, Lenz se muestra firme en sus intenciones. Como ciudadana del Oeste, he aprendido sobre una parte de mi país de acogida y eso me ha gustado, a pesar de que me han sobrado varias páginas.

sábado, 3 de enero de 2015

El amor en los tiempos del cólera, de Gabriel García Márquez

2015 va a ser el año de los libros pendientes y arranco con uno que creía haber leído, pero no: El amor en los tiempos del cólera. De García Márquez he leído muchos, pero me di cuenta cuando murió de que me faltaba el que muchos consideran su mejor libro, con permiso de Cien años de soledad. Así que me puse a ello, con muchos, muchos años de retraso. He echado de menos más magia, aunque el paisaje y el ambiente es casi tan de cuento como Macondo. Y me costó entrar al principio: me pareció más caótico que Cien años de soledad. Pero acabo de terminar y la sensación que deja es casi tan buena como la de su principal obra: hay frases y momentos geniales y las páginas finales son perfectas. Dan ganas de volver a empezar...