martes, 24 de marzo de 2015

Las aventuras de Huckleberry Finn, de Mark Twain

Un viaje que está en proyecto me llevó a Las aventuras de Huckleberry Finn. Es un libro que suele leerse en la adolescencia, más o menos a la edad que tiene el protagonista. La forma de disfrutarlo hubiera sido distinta si lo hubiera leído entonces y lo que me habría transmitido, también. Pero no me arrepiento de haber llegado a él tan tarde. Temía encontrarme con un libro de aventuras pensado para niños. Pero tiene el don de transportarnos a lo que sentíamos cuando éramos pequeños y dedicábamos todo el día a jugar y explorar. Y eso vale muchísimo.

domingo, 8 de marzo de 2015

El tambor de hojalata, de Günter Grass

 Después de conocer a Grass con su El gato y el ratón, prometí retomar a este autor pero en castellano para juzgarlo mejor, porque su lectura en alemán me resultó casi imposible, e intuía que merecería la pena. Por consejo de un seguidor decidí leer El tambor de hojalata que es, quizá, su novela más conocida. Debo decir que hacía mucho, mucho tiempo, que no tenía tantas ganas de escribir una reseña, ni tanto miedo de no estar a la altura. No es que otros libros me parezcan malos, o que mis reseñas sean siempre buenas, si no que hay demasiado que contar... y demasiado que no comprendí del todo. En fin, haré lo que pueda. Espero, al menos, despertar vuestro interés por un escritor que yo misma conocí tarde, pero al que sin duda volveré a leer.

lunes, 2 de marzo de 2015

El jilguero, de Donna Tartt

Tras la publicación de El jilguero, ganador del Pulitzer en 2014, se dispararon las visitas y búsquedas sobre el cuadro del mismo nombre en el que se apoya toda la novela. Es la consecuencia lógica tras leerlo: entre las virtudes de este libro, está la de contagiar la fascinación por las cosas bellas y los objetos con alma, que hablan con nosotros siglos después de que fueran creados. El protagonista ata muy pronto su destino al del cuadro, pequeño y delicado, fascinado por su inmortalidad: poseerlo le hace sentir distinto y cuidar de que no le pase nada se convierte en una obsesión. La historia de ese vínculo y la soledad de la que nace es el pilar de esta historia.