lunes, 6 de abril de 2015

La ladrona de libros, de Markus Zusak

Esta novela es la segunda parte de un regalo. Me la recomendó una amiga que vio la película, pues supuso que en libro la historia ganaría bastante. La verdad es que yo la película no la he visto así que no puedo juzgar, pero el libro me ha parecido original. En mi opinión, hay un poco de drama innecesario (aunque hablando de los nazis y de la Segunda Guerra Mundial, pudo ser peor), y el autor pudo haber jugado mucho más con los libros. Pero como libro juvenil sobre las víctimas inocentes de las guerras, creo que está bastante bien. La Muerte es muy buena narradora. 



Markus Zusak, autor australiano, publicó La ladrona de libros en el año 2005. Sus padres, alemana y austriaco, le contaron sus experiencias durante la Segunda Guerra Mundial, inspirando su libro sobre Liesel Meminger.

La narradora de la historia es la Muerte, que nos habla de los tres encuentros que tuvo con Liesel, y que nos cuenta su historia. Liesel pierde a su padre y su madre la entrega a un matrimonio de Molching para que la cuide. En el camino hacia Múnich su hermano fallece, por lo que cuando Liesel conoce a sus padres de acogida se siente sola y no quiere quedarse. Poco a poco comienza a establecer una relación de afecto con ellos, sobre todo con Hans, que la ayuda a mejorar en la lectura y la consuela tras sus pesadillas nocturnas.

Liesel se gana el apodo de ladrona de libros por su afición a coger libros sin pedir permiso. El primer libro que roba es el manual de estudio del sepulturero que entierra a su hermano, con el que aprende a leer, pero hay más, que salva de las hogueras o que roba a la clienta de su madre. Los libros son para Liesel un objeto muy preciado porque, como aprende a leer tarde, leer y escribir son facultades que sabe valorar como muchos ya no hacemos.

Markus Zusak (foto de su web oficial)
Creo que el recurso de los libros y de reescribir la historia de Liesel a través de sus robos está poco explotado. Yo hubiera jugado mucho más con esa idea, hubiera metido más citas en la novela, habría dado más valor simbólico a los libros que cogía. Sí, que aparezca en un momento determinado el libro de „Mein Kampf“ es divertido, pero creo que podría haberle sacado mucho más partido. Otro punto negativo del libro es que la historia es un drama y que, por supuesto, durante la Segunda Guerra Mundial en Alemania hay que hablar de lo que hay que hablar, pero que algunas cosas que pasan dan al libro un drama innecesario.

Del libro sin duda me quedo con el homenaje que el autor dedica a los libros y a la literatura, que a veces no valoramos en su justa medida porque casi ni recordamos cuándo aprendimos a leer... O se nos olvida que existieron (o existen) países con censura, donde no se permite leer todo lo que se quiera. El libro además retrata muy bien una familia alemana muy normal, que vive la guerra y el nazismo como mejor pueden intentando no ser cómplices de lo que consideraban una aberración. Y que sufrieron los bombardeos a pesar de no estar de acuerdo con Hitler ni con sus locuras.

Ratita de laboratorio

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