Otra de las lagunas que
tengo en mi currículo lector es la literatura griega. Ahora que
tanto hablan de Grecia en los Telediarios, debo reconocer que éste
es el primer libro de ese país que leo. Le pedí una recomendación
a mi amigo griego, y me regaló este libro que, según le habían
comentado, me iba a gustar. Un poco cursi, la verdad, y me ha costado
mucho entender la relación entre las dos hermanas. Pero describe muy
bien la vida de los marineros y de los pueblos de mar, donde las
mujeres esperan y esperan, y aman, y se quedan viudas. Donde el
matrimonio convive sólo unas cuantas semanas cada dos o tres años,
y el resto del tiempo sobrevive a base de cartas y desvelos.
Ioanna Karystiani publicó
Pequeña Inglaterra en 1997. Esta autora es cronista del
pasado, y cuenta historias de una Grecia que ya no existe. Esta obra
se desarrolla en Andros, una isla que vive fundamentalmente del
comercio marítimo, en los años previos a la Segunda Guerra Mundial.
La mayoría de sus habitantes son marineros, por lo que sus mujeres
viven acostumbradas a esperar la llegada de sus maridos, a pasar
miedo por ellos, a llorar sus muertes y a vivir en soledad. Por eso a
veces los hombres no se encuentran a gusto en sus casas y les cuesta
adaptarse a su jubilación. Porque en Andros la historia la escriben
las mujeres.
Karystiani nos habla de
la historia de dos hermanas, Orsa y Mosja. Orsa tiene un amor de
juventud con Spyros pero, por culpa de las intrigas de su madre, es
finalmente su hermana quien se casa con él. Orsa, cuyo matrimonio no
termina de ser feliz (nadie sabe por qué, porque Nikos parece un
hombre estupendo), se niega a mudarse y convive junto a su madre y
hermana aun después de casadas en la casa familiar. Así que es
cuestión de tiempo que la tormenta se desencadene.
Editorial Lengua de Trapo |
Supongo que, debido a la
relación que tengo con mi hermana, me cuesta imaginar que dos
hermanas no se cuenten los primeros amores, ni las primeras
decepciones, ni que intenten, juntas, rebelarse contra una madre que,
parece, sólo busca su infelicidad. Además, casi no se critica la
actitud de Spyros... vale que quiera vengarse de Orsa por haberse
casado con otro, pero comprometerse con la hermana de su exnovia...
roza la crueldad más absoluta.
En fin! Será que así
son los griegos... Por lo demás, el ritmo es un poco lento, como si
con sus frases la autora intentara imitar al mar en calma. Creo que
con ello consigue enfatizar el ambiente a veces agobiante de la isla,
donde la soledad de las mujeres es algo tan común, siempre a la espera, y queda muy bien con la trama que la autora nos cuenta.
Creo que debo investigar más y leer
otros autores griegos para formarme una idea mejor de sus libros. La verdad es que, aunque no me haya encantado, las historias de mar han picado mi curiosidad.
Alguna idea?
Ratita de laboratorio
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