Un amigo me mandó un
libro que le había pedido y, de paso, me envió también Mr. Witt en
el cantón, para que lo leyera y le hiciera un hueco en el blog. Se
coló en mi lista de pendientes por su insistencia y, también, por
mi curiosidad, ya que no sabía muy bien por qué le gustaba tanto
este libro. Tras leer la primera página lo entendí todo: la trama
se desarrolla en su amada ciudad natal, Cartagena. Pero lo mejor del
libro es que, si en vez de la historia del cantón el autor hubiera
hablado de otra rebelión, seguiría siendo igual de bueno. Y seguro
que a mi amigo también le habría gustado.
Ramón J. Sender escribió
Mr. Witt en el cantón en el año 1935, para presentarlo al Premio
Nacional de Narrativa, que ganó. Dicen que lo escribió en 23 días,
dictándoselo a su esposa y, probablemente, fruto de esas prisas sean
algunas de las erratas que tiene el original (muchas de las cuales el
mismo autor, en una versión posterior de 1968, no quiso corregir).
Sender tuvo una vida bastante agitada y, según los críticos, no se
puede entender su obra sin conocer su biografía. De joven era
rebelde, y tuvo muchos problemas con su padre. Leía incansablemente.
Era anarquista, y luchó en el lado republicano en la Guerra Civil,
durante la cual su mujer fue asesinada. Después de la guerra se
marchó exiliado a México, y desde allí a los Estados Unidos, donde
trabajó como profesor en la Universidad, en California.
Sender nos habla en su
libro del Cantón Murciano (también llamado de Cartagena, ya que
ésta fue su plaza fuerte), poco antes del comienzo de la Guerra
Civil. Es posible que el autor quisiera retratar una rebelión (casi)
pacífica, motivada por las injusticias, que no llegó a más porque
fue reprimida durante la Primera República Española porque estaba
desencantado con el rumbo que llevaban las cosas en la Segunda, y
porque creía inminente el comienzo de la guerra. Sender no pretende escribir Historia y, aunque se documentó con
varias fuentes, novela la proclamación del Cantón de Cartagena (a la que viste de romanticismo), que
defendía la rápida instauración de una República Federal en
España donde las diferentes regiones no dependieran tanto de Madrid.
Ramón J. Sender (web Instituto Cervantes) |
En este contexto Sender
nos habla de Mr. Witt (Míster Güí, como lo llaman en
Cartagena), ingeniero inglés afincado en la ciudad junto a su
mujer, Milagritos. Él ve con escepticismo esta rebelión, y la juzga
desde la distancia. Al principio creí que su función en la obra era
darle humor al asunto, y tener un narrador objetivo que hablara de
estos hechos históricos. Pero, poco a poco, el autor va
enriqueciendo al personaje y, su relación con Milagritos, en la que
se enfrentan la pasión y la razón, termina siendo el tema principal
de la obra.
Yo tenía ganas de leer a
Sender, pero pensaba haberlo hecho con su Réquiem por un campesino
español. Gracias a mi amigo empecé con Mr. Witt y, como el libro me
ha gustado, volveré a este autor en un futuro.
El libro es muy
recomendable para aquellos a los que les interese la Historia de la
Primera República, y la gesta de las revoluciones. Por supuesto, es
recomendable para los amantes de Cartagena (y para los que no la conocen): el autor describe la vida
del puerto y la de los alrededores, la situación en la que vivían
las diferentes clases, sus problemas, sus fiestas y sus canciones.
También a su gente, que describe como honrada y pasional, y que
lucha por lo que cree que es justo.
Me quedo con el discurso
del líder de la rebelión, Antonete, en el que habla sobre el
triunfo del hombre: „Pero al final el barro de la Biblia, el hombre
salido del barro, dará su forma permanente a las sociedades, míster
Witt“.
A pesar de los fracasos.
Ratita de laboratorio
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Excelente blog. Me ha encantado!!!
ResponderEliminarhe leido varias entradas y on geniales!!!
espero que puedan visitar el mio:
http://librospuenteaotrosmundos.blogspot.in
Un abrazo :)
Hola Cynthia!
EliminarSí, me he pasado por tu blog y he visto que escribes. Enhorabuena, ójala yo también me animara a hacerlo.
Un abrazo!