Ya he leído la cuarta
parte de En busca del tiempo perdido. La lectura de Sodoma y Gomorra,
con un título más que sugerente, implica que ya llevo más de la
mitad de la obra, y que debería de ser capaz de juzgarla, pues hasta ahora sólo he descrito lo que pasa en cada
libro sin expresar mucho de lo opino. Marcel Proust me cae mal: en
Sodoma y Gomorra sigue diseccionando la vida social de París (y
Balbec) sin importarle su cinismo, ya que parece que era una persona
querida en esos círculos a los que en su obra no dejó de criticar.
En este libro habla, entre otras cosas, de la homosexualidad de uno
de los personajes (de ahí el título). Su opinión sobre el tema,
sin embargo, confunde bastante: según he leído el propio Proust era
homosexual y, al juzgar por el libro, no lo llevaba muy bien. Seguid
leyendo si leisteis El mundo de Guermantes.
Un blog de ratas de biblioteca para ratas de biblioteca, con críticas literarias que nunca te desvelarán el final de los libros.
sábado, 22 de noviembre de 2014
viernes, 14 de noviembre de 2014
El perfume, de Patrick Süskind
El perfume tiene el privilegio de ser
el primer libro que compré en alemán. Lamentablemente, por entonces
mis conocimientos del idioma eran menores que ahora, y no pude
terminarlo porque no lo entendía. Me costó años decidirme a
retomarlo, porque tenía miedo de verme obligada a dejarlo a medias
una vez más. Pero no: esta vez he conseguido acabarlo. Los nombres
de las esencias siguen siendo innumerables (y desconocidas), y las
frases siguen teniendo una estructura muy compleja. Pero esta vez
entendí más o menos lo que decían.
jueves, 6 de noviembre de 2014
¡Melisande! ¿Qué son los sueños?, de Hillel Halkin
¡Melisande! ¿qué son los sueños? es un libro de esos que te entran por los ojos, que te llaman desde la estantería. En mi caso fue un regalo, pero si no, habría intentado leerlo igual. Lo primero, por el título: distinto, sugerente. Lo segundo, por la crítica que colocó la editorial, Libros del Asteroide, en la solapa: "Una de las más novelas de amor más extraordinarias de los últimos años, que nos habla del poder de la literatura y la memoria". Me lo tomé con prevención: decir eso es mucho. Pero terminé comprobando que es absolutamente cierto: el libro es conmovedor y está lleno de sabiduría; toca muy, muy adentro y merece muchísimo la pena leerlo.
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