Muchos académicos y escritores, con Mario Vargas Llosa a la cabeza, han salido a respaldar la obra de Trapiello. El Nobel firma el prólogo y alerta precisamente contra los que llamarán hereje al escritor por atreverse a traducir la obra más importante de la Literatura.
Los argumentos a favor hablan, en primer lugar, de la solvencia de Trapiello como escritor, ensayista y experto en Cervantes. Es un proyecto del que habla con el respeto que merece y justifica cada cambio efectuado en su edición, que va desde el orden en la oración a la eliminación de subjuntivos, pasando por la traducción de los refranes de Sancho y de algunas frases, que las hay, absolutamente incomprensibles para el lector si no se sumerge en las notas.
La segunda razón es también la principal: Trapiello, como otros autores, vio conveniente modernizar de algún modo el Quijote para animar a leer una obra esencial que 400 años después sigue haciendo felices a sus lectores y siendo objeto de infinitas interpretaciones y estudios. Y en ese intento de revitalizar una obra que casi todo el mundo tiene en casa pero que no todos han leído se escuda este intento y todos los anteriores. El de Trapiello es El Quijote íntegro; antes han venido versiones reducidas, infantiles... Es un libro que ha sufrido multitud de adaptaciones, desde el plagio de Avellaneda que impulsó su segunda parte hasta esta traducción de Destino. Y eso es en buena parte prueba de que sigue vivo, como defienden, entre otros, Francisco Rico y Luis Alberto de Cuenca.
Andrés Trapiello | Wikipedia Commons |
¿Es legítimo intentar captar aún más lectores? ¿Conquistar, cambiando lo mínimo, a una capa más amplia? ¿Son los cambios de Trapiello demasiado invasivos? ¿O ha sido capaz de respetar la esencia? El escritor supo dónde se metía al emprender una tarea que le pone en el punto de mira de críticos, expertos y enamorados de Cervantes y que, por otra parte, ya ha empezado a cosechar éxitos: la primera edición está agotada. De momento, tiene ganada la batalla de la opinión pública y el respeto de sus colegas. El Quijote, como dice Rico, lo aguanta todo, porque trascendió a su autor y trascenderá este intento de adaptarlo y todos los que vengan. Pero ¿es mejor lanzarse a leerlo directamente? ¿O aprovechar una edición renovada que promete el respeto máximo por la obra? Yo me quedaría con el original, y leyendo las notas justas. Pero he variado de la crítica frontal a la traducción al respeto: quizás sí valga la pena intentar que haya aún más gente que lo lea y lo disfrute. El Quijote es maravilloso. La obra de quien, como dijo Ortega,
Ratita presumida
...simpatiza con todo. No es que Cervantes haya vivido mucho, sino que ha sufrido y no le guarda rencor a nadie
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Pues mi respuesta a la pregunta es un rotundo NO, que he explicado aquí: http://diariosderesistencia.blogspot.com.es/2015/06/la-reencarnacion-de-cervantes.html
ResponderEliminarHola, Teresa!! He leído interesadísima tu postura, que en buena parte también es la mía, y que al principio compartía totalmente. No coincido en una cosa: no creo que el Quijote de Trapiello venga a sustituir al otro. El de Cervantes sigue ahí, en sus muchísimas ediciones, baratísimas muchas de ellas, para los que quieran el original, el auténtico, el de verdad. Y éste está para lectores, que los hay, que necesitaban un empujón más para leer el libro. He recomendado ya y recomendaré siempre dejarse de sucedáneos y leer a Cervantes directamente: yo lo hice con una edición de un euro, por el centenario, sin apenas notas, que podía leer en el metro... Pero ya no censuro el intento de Trapiello. Me parece legítimo y tendrá su público; público que quizás descubrirá el libro, con todos sus capítulos, de principio a fin, gracias a esto. Muchas gracias por pasarte por aquí y opinar!
EliminarMe parece un disparate, Cervantes con su lenguaje tan moderno no necesita ninguna traducción. La musicalidad del lenguaje se pierde en esta versión totalmente, además de que no aporta nada nuevo.
ResponderEliminarShakespeare, que es mucho más oscuro, en Inglaterra lo leen en el original, a pesar de que muchas de las veces no se entiende bien lo que quiere decir.
Con ello la escritura no es solo texto e ideas, también es música, y esta se pierde totalmente en la versión.
Hola, Encarnación: al principio pensaba como tú, pero terminé matizando mi postura pensando que esta obra, al fin y al cabo, es una adaptación más de las muchas que hay (y aguanta El Quijote) y que quizás consiga que alguien más lea este maravilloso libro aunque se pierda, como dices, el lenguaje de Cervantes tal y como suena, tan moderno que es perfectamente posible, para cualquiera, leerlo hoy tal y como se escribió.
EliminarLo que no me ha gustado es que no se haya vendido así, sino que se dé por hecho que El Quijote es una obra poco comprensible y alejada de los lectores actuales y que esta traducción hacía falta. No es cierto: no hacía falta porque como dije arriba, El Quijote lo puede leer cualquiera tal y como está, sin excesivos problemas. Lo único que hace esta versión es facilitar en algo el trabajo a quien no quiera hacer el esfuerzo de leer el original. Pero sabiendo lo que es: una adaptación, NO El Quijote de Cervantes.
Como tantas veces... esta obra pasará. Y El Quijote seguirá ahí, para siempre. Gracias por pasarte por aquí!
No comprendo las críticas que censuran este trabajo. A mí, a mis 49 años, me ha permitido conciliarme con la obra magna de la literatura universal. Había intentado, tiempos ha, su lectura, pero ha sigo hogaño cuando me he podido sumergir en esta maravilla.
ResponderEliminarY, lo más importante: gracias a Trapiello me he dado cuenta de que puedo leer el original. Estoy, de hecho, y después de las primeras 200 páginas, leyendo muchos capítulos a la vez, viendo diferencias y comprendiendo el lenguaje que para un lector medio como yo era francamente intimidante. Ahora estoy disfrutando de cada una de sus páginas como nunca.
Y creo que esto ayuda a que el Quijote siga con nosotros generación tras generación. ¿Acaso el privilegio que tiene un hablante del inglés o del alemán, o del suajili, quien puede leer el Quijote sin los baches del tiempo, no lo vamos a tener los hispanohablantes?
Era un trabajo arriesgado el de Trapiello y entiendo las reticencias de quienes, como digo, han leído la obra original sin demasiados problemas. Yo con el tiempo soy cada vez más de su opinión y el argumento que da sobre el inglés y el alemán es bastante incontestable. En definitiva es ganar lectores para un libro maravilloso y hacer, como dice, que personas que no se atrevían con el original finalmente sí se atrevan a leerlo. Gracias por su comentario.
EliminarFelicito a Trapiello. Sé que los críticos tienen su razones. Yo (lector -sucesivo- del Quijote desde mi juventud hasta hoy)tampoco hubiera traducido "lanza en astillero" por "lanza ya olvidada"...quizás... Pero ¿cómo no reconocer que el lenguaje de Cervantes ya no es el de hoy? ¿Cómo no agradecer a un buen cervantino su esfuerzo por adaptarlo a nuestro "idioma", respetando al máximo su espíritu. Bienvenido sea, y bienvenido sean otros intentos igual de respetuosos.
ResponderEliminarCoincido con usted: hay frases que chirrían inevitablemente pero es una adaptación desde el respeto y el conocimiento y seguro que ha atraído hasta esta obra a mucha gente. Bienvenido sea, sí.
Eliminaracabo de descubrir el blog...y me pregunto ¿cuántos de los críticos de Trapiello leen en idioma original a SHK. Kafka. Sartre,.....y así hasta el infinito?
ResponderEliminarsi aceptas el trabajo de un buen traductor por qué no aceptar que se adapte una obra a lenguaje moderno por parte de un gran conocedor y escritor?
¿cuántos millones de españoles , muy cultos ellos, son capaces de leer a Hita sin despeinarse?
Por favor ...es una cuestión de tolerancia nunca de desprecio el buscar como sea que las personas lean...leamos
14 AÑOS DE TRABAJO DIGNIFICAN A TRAPIELLO