Muñoz Molina publicó Todo lo que era sólido a principios de 2013. Está compuesto por reflexiones sueltas, cuyo hilo conductor es la situación política que se vivía en España en esos meses, cuando, como él dice, leer las noticias era un sobresalto continuo. Su principal afán es descubrir por qué nadie se dio cuenta o, aun dándose cuenta, no hizo nada por pararlo. Adereza el relato con su propia experiencia, con su observación como "exiliado" y con fragmentos de artículos de El País. La mirada de Muñoz Molina es, quizás, más válida que otras porque vivir la mayor parte del tiempo fuera de España da objetividad a sus observaciones. A él le es más fácil detectar cambios pequeños pero reveladores: el paisaje en taxi desde el aeropuerto a la capital, las tiendas de los barrios... También, como escritor, está entrenado para analizar la realidad en sus más pequeños detalles.
El tono de Muñoz Molina es nervioso, inquieto: todo el libro es una llamada a la acción, a moverse y, sobre todo a pensar. Pensar en las causas profundas de lo que ocurre. Y en qué puede hacerse para cambiar. El escritor ensalza el valor de la educación y del esfuerzo; defiende los servicios públicos y la honradez en su gestión. Reclama al lector una actitud crítica, una nueva mirada a su alrededor. Y durante toda la lectura, transmite la desazón que siente ante unos problemas y actitudes que parecen endémicos y han colaborado en la crisis actual.
Antonio Muñoz Molina. Wikipedia |
Han pasado dos años y la mayor parte de Todo lo que era sólido sigue siendo válido porque su mayor valor es esa invitación al ciudadano a ser responsable y a mirar, con actitud renovada y crítica, a los políticos, a su entorno y a sí mismo. Pero resulta muy triste ver cómo sus llamadas a la regeneración y la modernización de un sistema al servicio de las estructuras de los partidos fueron, son y, seguramente, seguirán siendo ignoradas.
Ratita presumida
Cierto. Todo lo que comentas. Quizás la pena es que sigue siendo actual lo que nos dice y que esa invitación a hacer algo sigue estando ahí, sin respuesta.
ResponderEliminarMe encanta AMM
Besos
Sí, es una pena. La sensación que deja es muy rara, porque Muñoz Molina transmite que urge muchísimo hacer reformas y cambiar la mentalidad... y han pasado los meses y los problemas siguen siendo los mismos. Supongo que es un hombre demasiado sensato e inteligente como para que le hagan caso en este país... Pero precisamente por eso se agradece muchísimo su ensayo. Es una voz diferente. Besos y gracias por leernos y comentar!
Eliminar