domingo, 21 de septiembre de 2014

Ha vuelto, de Timur Vermes

Este libro fue un éxito de ventas en Alemania. El argumento me pareció gracioso y, como no sabía qué leer en alemán, me lo compré, y la verdad es que no me ha gustado mucho. La idea de qué pensaría Hitler sobre el mundo de hoy si, un buen día, „levantara la cabeza“, puede volverse un poco espinosa si se lleva hasta las últimas consecuencias... y la solución del autor fue, sencillamente, quedarse a medias.


Timur Vermes publicó este libro en Alemania en el año 2012, y se convirtió en un Best-seller. Se ha editado en quince idiomas más, y se quiere estrenar su película en 2015. En general no recibió muy buenas críticas, ya que el estilo no tiene nada de especial. Además, esto de Hitler en Alemania es un tema un tanto complejo, y hay quien le reprochó hacer una parodia del dictador y no un análisis más profundo de la sociedad alemana (que fue quien le eligió). Algunos dicen que la crítica del nazismo se centra demasiado en Hitler, quien termina siendo el único culpable de lo que pasó en el país, cuando todo ello sólo fue posible en una sociedad que, aunque no colaborara en muchas cosas, tampoco hizo demasiado en contra de ellas.

En el año 2011 Hitler se despierta con dolor de cabeza y con el uniforme apestando a gasolina. Cuando mira a su alrededor, descubre un Berlín distinto, que parece en paz, por lo que sospecha que, mientras dormía, la presión de los aliados ha disminuido. Poco a poco se da cuenta de que ha pasado más tiempo del que creía al principio desde sus últimos recuerdos (junto a Eva Braun y con una pistola en la mano), hasta que en un quiosco lee en la portada de un periódico que ha despertado en el año 2011.

Tantos años han pasado que todo el mundo le toma por un imitador. Eso sí, un imitador muy bueno, y que nunca abandona su papel: afirma que, „en realidad“, se llama Adolf Hitler, y responde a todas las preguntas „como si fuera“ él. Es tan bueno en sus imitaciones que la televisión decide contratarle como monologuista, y termina triunfando en Youtube. La gente se ríe mucho con él en lo que cree que es una sátira, cuando Hitler lo único que hace es defender sus ideas de siempre, con su carisma (y aquí es donde el libro pone el punto) de siempre.
Fuente: ABC

Hitler se hizo popular en los años treinta gracias a la demagogia. Puso nombre y culpable a los problemas de la sociedad alemana, y su discurso triunfó entre personas que necesitaban creer en sus promesas de una Alemania fuerte y próspera. Su valentía al hablar y su carisma son los que, también en el año 2011, le hace tener defensores a pesar de que sus palabras son totalmente ofensivas: a pesar de que afirma en todas sus entrevistas que él, por supuesto, es nazi.

El libro está escrito en primera persona, y se intercalan los pensamientos de Hitler sobre diversos temas con la redacción de lo que le pasa. Hitler nos da su opinión sobre Internet y sus posibilidades como plataforma para hacer propaganda, y sobre la televisión, a la que califica de basura. También comparte su punto de vista sobre el mundo de hoy con un Berlín lleno de inmigrantes y niños turcos en la escuela que „no saben hablar alemán, porque no lo necesitan“. Hitler cree que ha vuelto a nacer para volver a salvar su país, cuya sociedad vive amenazada y con miedo (muy pocos se atreven a hacer críticas abiertas en la televisión) y volver a liderar una corriente de cambio que ponga a su país donde se merece (por supuesto, fuera de la Unión Europea).

El problema del libro es que, al estar redactado desde el punto de vista de Hitler, no termina de implicarse en una crítica más profunda de la sociedad alemana (o general, porque esto podría pasar en cualquier país). Según el autor Hitler, con su demagogia, podría volver a triunfar en la sociedad actual. A pesar del tiempo que ha pasado, un personaje así podría volver a hacerse con el poder en cualquier momento, porque siguen existiendo problemas que necesitan una solución y porque falta gente que llame a las cosas por su nombre. Al mencionar ciertos aspectos de la sociedad alemana como la inmigración, el autor critica veladamente a los políticos, y a la integración famosa que nunca se termina de hacer bien en un país con uno de los índices más altos de extranjeros de Europa. Pero vamos, que es lo que yo creo, porque si los lectores deciden quedarse sólo con el punto cómico del libro, lo pueden hacer perfectamente, ya que el autor se implica lo mínimo posible en hacer una crítica real sobre la sociedad alemana, a la que acusa (pero sólo indirectamente) de ser caldo de cultivo para un personaje así.

Lo que me ha gustado más del libro es que he aprendido mucho sobre ciertos aspectos del nazismo que no conocía. Hitler menciona a muchos de sus colaboradores, unos como fieles y otros como traidores, y así he aprendido sobre Bormann, Himmel y Röhm, y sobre la opinión del nazismo sobre muchos temas con sus supuestos argumentos (extraídos, junto a su estilo, supuestamente del "Mein Kampf"). Otro punto muy positivo es la visita que realiza Hitler a la sede del actual partido nazi alemán, al que critica despiadadamente por no hacer justicia a su predecesor. Ese capítulo me ha encantado.

En fin, que el autor podía haberse mojado un poco más y haber hecho una crítica más clara. Pero bueno, si se quiere vender miles de ejemplares, no se pueden escribir libros demasiado incómodos.

Ratita de laboratorio

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