Encontré Irse de casa durante las vacaciones. No me pude resistir y lo pedí prestado, porque Carmen Martín Gaite me gusta mucho y sabía que la novela no me iba a defraudar.
Martín Gaite publicó Irse de casa en 1998. Autora de novelas muy conocidas, sus protagonistas femeninas siempre tienen más que contar de lo que parece.
Al principio de la novela conocemos a dos hermanos que se encuentran en un portal de una casa de Nueva York al ir a visitar a su madre, Amparo, que parece que se ha ido. Ellos no saben cuándo dará señales de vida para asegurarles que está bien y, mientras conversan, conocemos su situación y sus problemas.
La protagonista de esta novela, poco después de perder a su pareja, decide volver a la ciudad donde vivió de pequeña, sin tener claro qué quiere encontrar. Amparo observa mientras recorre la ciudad y recuerda su infancia y su juventud. Sus paseos nos llevan a conocer a otros muchos personajes, algunos relacionados directa o indirectamente con ella, a fuerza de visitar las calles que fueron importantes para ella y su madre.
A través de escenas cotidianas, Martín Gaite nos describe la vida en una ciudad de tamaño mediano, mientras poco a poco vamos conociendo a Amparo. Seria, introvertida, siempre tuvo algunas ideas muy claras y fue tomando decisiones en su vida que algunos nunca comprendieron.
Irse de casa es totalmente recomendable como, casi me atrevo a afirmar, cualquier obra de esta autora.
Ratita de laboratorio
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