La Novia y 'Bodas de Sangre'

La Novia, una de las películas más nominadas este año para los Goya es, en realidad, un homenaje a Federico García Lorca y a la poesía. Trata tan bien el texto que es una película llena de literatura, de palabras, de metáforas hechas imágenes. Verla es redescubrir Bodas de Sangre gracias a la música y sobre todo a una fotografía bellísima escogida para resaltar el mundo de Lorca y todos sus símbolos.

Bodas de sangre fue la más exitosa de las tres grandes tragedias de García Lorca. En ella están las ideas clave de su poesía y los que son, en realidad, los grandes temas de la literatura universal: la muerte y el amor que busca trascenderla; la lucha entre los deseos y las convenciones; la búsqueda de la felicidad y el sufrimiento que conlleva para otros; la pasión como motor de la vida y como fuerza destructora que lo arrasa todo. Es una historia bellísima, protagonizada, como sus otras obras, por mujeres fuertes, que buscan su felicidad por distintas vías; que luchan, que aman, que matan o que invitan a matar.

La Novia es una versión libre de la obra que podría haberse limitado a tomar prestado el argumento. Pero la película está muy pegada al autor y eso hace que sea, en realidad, pura literatura. Incluye en el guión frases claves de Lorca de forma que la poesía aparece pero sin hacer pesados los diálogos. También está llena de música y de las canciones populares que adoraba Lorca, que aparecen cantadas y bailadas por los protagonistas, tan bien encajadas en la trama como en la obra original. Hay momentos brillantes: La Tarara cantada por Inma Cuesta, el último baile de la boda...

Fotograma de La Novia

A la tradición de las canciones se suma el simbolismo de la poesía de Lorca, fundamental en la película: los caballos, los puñales, la luna, la tierra. La directora los conoce y los utiliza, convirtiéndolos en imágenes, respetando los personajes alegóricos como la anciana y subrayando otros con los encuadres y los colores. Están la sequedad de la tierra, la luz de la luna, el blanco del traje de novia, el brillo de las armas...

La materia de que partía La Novia era excelente pero no es fácil llevar tan bien al cine el mundo de Lorca y conseguir una película en la que la historia siga emocionando con las propias palabras del autor mientras su mundo se hace visible en la pantalla. El resultado es redondo: los actores, el escenario, el guión. Ojalá se rodaran muchas películas así.

Ratita presumida