Carrie, de Stephen King

Hace meses leí una entrevista de Stephen King y me pareció un hombre tan encantador, que me propuse hacerle un hueco en el blog. Como los libros que conozco de él los leí siendo adolescente y los tengo bastante olvidados, hice de tripas corazón y rebusqué en su bibliografía algún ejemplar mítico, no muy largo, con el que sumergirme en el género de terror, al que no soy muy aficionada. El afortunado fue Carrie, la primera novela que publicó. La verdad es que me ha gustado más de lo que esperaba, aunque en este caso no sé si esto es un piropo.

Stephen King publicó Carrie en el año 1974. Aunque es su cuarta novela, fue la primera que publicó, y fue su mujer quien, tras leer la escena de las duchas (en la que las compañeras de Carrie se ríen de ella tras ver que le viene la regla), le animó a seguir con una historia que el autor pensaba desechar. Al parecer, King se inspiró en mujeres reales para crear el personaje de Carrie. Hay varias versiones cinematógraficas, la última, de 2013.

Stephen King (Wikipedia)

Carrie siempre ha estado marginada en el colegio. Su madre, a la que ella quiere y teme a la vez, está obsesionada con la religión. Por eso Carrie no puede vestir a la moda, ni sabe lo que es el período. Cuando éste hace aparición en su vida, cree que va a morir desangrada, y es el foco de las risas de las demás chicas del colegio. Pero la adolescencia no sólo le trae a Carrie dolores de tripa: también provoca que sus poderes telequinéticos se hagan más fuertes, y Carrie empieza a ser capaz de mover cosas con la mente a su antojo.

Casi desde el principio sabemos que Chamberlain, el pueblo de Carrie, es casi borrado del mapa la noche del baile de promoción del Instituto. Sabemos que Carrie tiene algo que ver, pero no mucho más. A base de la lectura de los informes, diarios, libros y de un narrador omnisciente (imprescindible para saber qué pasa en casa de Carrie), vamos conociendo el orden de los hechos, las causas y las terribles consecuencias. Me parece que la estructura en forma de recopilación de textos que tiene el libro es muy original y muy adecuada a lo que se quiere contar (no quedan muchos testigos), aunque nos permite observar los hechos desde la lejanía y, por tanto, nos provoca menos miedo. Por eso los capítulos donde hay un narrador son los que más miedo dan, pero también los que contribuyen a humanizar a Carrie, que lo único que busca es ser una chica normal.

Fotograma de Carrie (ABC)

Aunque no diré que el libro ha sido agradable de leer, he echado un poco de menos las escenas típicas de King en las que el suspense asciende poco a poco y con las que se pasa realmente miedo. En este libro la escena de suspense en la que sabemos que va a pasar algo, pero no sabemos exactamente qué, es el libro entero, ya que desde la página uno el autor nos va presentando los hechos y el temor (y las ganas) de saber lo que pasó van aumentando según se avanza con la lectura. También me ha sorprendido lo realista del libro: aunque tiene elementos fantásticos, King recrea fielmente el ambiente de Instituto, y la actitud de las niñas hacia Carrie es bastante creíble. Sus deseos de ser como las demás son muy lógicos y, al hablar de los sentimientos de Carrie, el autor consigue que empaticemos con ella. Para mí Carrie no es sólo una novela de terror.

Creo que la lectura de Carrie tiene bastante valor para los que sean seguidores de Stephen King porque fue la primera. Si no sois seguidores, no es de los libros que más miedo dan ni, diría yo, de los más típicos, aunque a mí, como digo, me ha gustado. Por eso quizá debáis leerlo... o no. Admitámoslo: aquello por lo que no leo a Stephen King es aquello por lo que a muchos les gustará. 

Ratita de laboratorio

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