Leí La muerte en Venecia hace muchísimo tiempo. Luego comencé a estudiar alemán y siempre escuché que Mann era imposible en el idioma original. Pero en una librería de viejo encontré un ejemplar pequeñito de La muerte en Venecia y no me pude resistir: después de tantos años aquí, quizá estaba preparada para leer a Mann.
Mann publicó La muerte en Venecia en 1912. Mann se inspiró en un viaje por Italia que hizo con su hermano Heinrich en el que visitaron la ciudad.
En La muerte en Venecia el protagonista es un escritor muy prestigioso, Gustav von Aschenbach. Después de describir su vida monótona decide marcharse a Venecia de vacaciones. Allí conoce a Tadzio, un polaco de 14 años muy atractivo del que se enamora perdidamente.
En Tadzio, von Aschenbach ve el ideal de belleza. Las descripciones del chico son detalladas y apasionadas, y von Aschenbach organiza su vida en función de si podrá ver a Tadzio o no. La primera vez que lo leí fue eso lo que me llamó la atención: un amor platónico, secreto, que lleva al protagonista a vivir obsesionado sin que la gente de alrededor sea consciente.
Cuando lo leí esta segunda vez, confieso que la edad del chico objeto de deseo me creó malestar. Aunque hubiera existido la diferencia de edad, ojalá Tadzio hubiera tenido algunos años más. Aún así, es una novelita recomendable. A Mann hay que leerlo y La muerte en Venecia es un libro muy cortito que os puede gustar.
Ratita de laboratorio
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