domingo, 26 de mayo de 2024

Fouché, de Stefan Zweig

Fouché era una asignatura pendiente. Considerada como una de las mejores biografías jamás escritas, es uno de los libros más conocidos de Zweig, y quería leerla desde hace tiempo. Después de dejarla, recomendarla y ofrecerla a varios lectores, saqué tiempo para leerla yo misma. Lo hice en español porque era la versión que tenía más a mano, pero si sabéis alemán, como otros libros de Zweig, probablemente sea asequible en idioma original.

 

Zweig publicó Fouché en 1929. Zweig publicó además otras biografías como la de María Antonieta, Magallanes o Erasmo de Rotterdam. Fue también autor de novelas, relatos y traducciones, y fue muy famoso en su época. Se suicidó en 1942.

Fouché fue un político muy importante a partir de la Revolución Francesa. No era el político más destacado, ni el más carismático, ni el que más llamaba la atención. Pero desde las distintas posiciones que ocupó y gracias a sus dotes diplomáticas, sí que tuvo un papel muy importante en una época muy convulsa en Francia donde se cambió varias veces de sistema político. Fouché fue criticado por sus contrincantes y fue acusado de traidor. Zweig decide dedicarle un libro para explicar cómo consiguió sobrevivir a la Revolución Francesa y después seguir siendo un político de tanta importancia en las épocas posteriores, cambiando de bando cuando hacía falta (y no antes).

Zweig no escribe biografías totalmente objetivas, sino que intenta describir el carácter y las motivaciones de los personajes sobre los que escribe. Busca que entendamos, que consigamos situar a los protagonistas en su contexto, haciendo las biografías mucho más amenas e interesantes.

En el caso de Fouché, Zweig recorre una época muy interesante en la historia de Francia. Tras la Revolución Francesa llega Napoleón, al que le sigue el Reinado de Luis XVIII. Fouché consigue pasar por todas esas etapas, subdivididas a su vez en distinos períodos con diferentes ideas dominantes, conservando puestos de importancia en la política. ¿Cómo sobrevivir en una época donde se condenaba a la mínima a la guillotina? ¿Cómo volver a la primera línea política, tras haberse significado tanto en una época anterior?

Fouché consigue adaptarse a los cambios políticos, sortear a la justicia, conseguir convencer de su utilidad a los gobernantes que se van sucediendo. Y Zweig le concede su mérito por ello, porque hay que tener mucha sangre fría y carecer totalmente de principios para conseguir estar siempre en primera línea en la política mientras otros coetáneos son ejecutados o condenados al exilio. Zweig consigue que veamos su media sonrisa, su mirada impasible, su falta de reacción mientras otros pierden los estribos. Y que entendamos hasta qué punto tiene mérito haberse mantenido en el poder en esa época histórica.

Fouché es una biografía muy recomendable, para leer y / o regalar, y para lectores de todas las edades. Con esta obra de Zweig es difícil equivocarse.

Ratita de laboratorio

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