domingo, 4 de noviembre de 2012

Guerra y paz, de León Tolstoi

Guerra y paz era desde hace tiempo una de mis asignaturas pendientes. Clásicos como estos imponen: la longitud, el prejuicio de que puede resultar pesado, la sensación de que ya casi la has leído por la cantidad de cosas que  has oído sobre él... pero los grandes clásicos lo son por algo, y hay que intentar leerlos. Sobre todo porque mientras lo haces, te das cuentas de que el esfuerzo que creías necesario ya no lo es. El libro va haciéndose tuyo a medida que encuentras páginas que te "tocan" de algún modo... y hasta te enamoras de algún que otro personaje.

Dicho esto, por supuesto que leer Guerra y Paz sí necesita un esfuerzo. Es un libro al que hay que dedicarle mucho tiempo, y que hay que empezar con ganas. Comienza con una típica reunión de la alta sociedad de San Petersburgo, referencias a personas que aún no conocemos y diálogos en francés, traducidos a base de notas, porque ése era el idioma de la gente distinguida en Rusia a comienzos del XIX. Pero el autor va enlazando una situación con otra y descifrando la maraña de nombres hasta que, sin apenas advertirlo, estamos familiarizados con la historia y listos para disfrutarla, batallas incluidas.

Guerra y paz abarca alrededor de diez años clave de la historia de Rusia, los de la invasión napoleónica, contados a través de varios puntos de vista: los personajes y familias que crea el propio autor, y que nos hacen vivirla desde la perspectiva del soldado, la amante, el terrateniente, etc; los protagonistas reales, recreados por Tolstoi, y por último el punto de vista del escritor, que sobre todo al final toma la palabra para exponer sus propias teorías. El eje es, pues, la cronología de la guerra contra Napoleón, desde las primeras batallas a la toma de Moscú y la huida final de los franceses. Entrelazadas a esos acontecimientos, el autor nos relata la vida de varias familias, cuyas vidas a veces se cruzan, y a veces no, con la guerra que sacude el país.

Es una obra inmensa de la que se pueden hacer infinitos análisis. Habrá quien se quede con la manera en que Tolstoi habla de la guerra, deteniéndose en lo cotidiano del frío y del hambre de las tropas más que en las reuniones de despacho. También habrá quien prefiera las historias de amor maravillosas que cuenta, en especial la del príncipe Andrei. Otros elegirán la parte más filosófica y espiritual, encarnada por el personaje del conde Bezujov, con una evolución complejísima a lo largo del libro y que termina representando la ideología del propio Tolstoi. Yo me limitaré a recordar una de las muchas páginas para enmarcar que tiene esta obra: la de la persecución de Nicolai Rostov, que participaba ilusionado en su primera batalla cuando se ve rodeado de soldados franceses intentando darle caza. Tolstoi es uno de esos autores que saben contar una guerra tal y como debe ser de verdad: en lugar de ensalzar el valor (aunque también lo haya) de los generales y los soldados, se fija en el miedo común a todos ellos, en la muerte que todos saben que está cerca, en los pensamientos de tantos miles de personas que están lejos de sus casas. Rostov, en las páginas de las que hablaba, se acuerda del amor de su madre, de las tardes pasadas con su familia, de su infancia, y se pregunta qué es lo que puede haber hecho para que un grupo de desconocidos esté intentando matarlo:

"...no corría ahora con aquel sentimiento de incertidumbre y de lucha que experimentara en el puente de Enns, sino con el de la liebre acosada por los perros. Un sentido invencible de miedo por su vida joven y feliz llenaba todo su ser; saltando aquí y allá entre los linderos con la rapidez con que corría cuando en su infancia jugaba al gorielki, parecía volar sobre el campo, volviendo de vez en cuando su rostro pálido, bondadoso y juvenil; un escalofrío de terror le recorrió el cuerpo".

Como esta hay muchas más. No es que Tolstoi sepa dar realismo a situaciones de todo tipo, es que es capaz de poner en palabras decenas de sentimientos que reconocemos como propios pero que en su día ni nosotros fuimos capaces de explicarnos. Está descrito el amor más puro y la felicidad, sin más, de estar vivo. Pero está también la atracción irresistible por el mal y el odio repentino a quienes más queremos. Explicados con la naturalidad de un maestro realista del XIX, pero con una capacidad de analizar lo más íntimo que va bastante más allá que muchos de sus contemporáneos.

Al acabar el libro, la sensación es de que en él lo cabe todo. Todos los hombres posibles, y toda la vida posible. Así que es inevitable sentir en algún momento que Tolstoi también está hablando de ti. Son casi dos mil páginas, pero es tanto lo que cuenta...

Ratita presumida

10 comentarios:

  1. Guerra y paz es un imprescindible si os gusta la literatura rusa, y es más ameno que otros libros de Tolstoi. Aunque es cierto que hacen falta ganas para empezarlo.

    En el libro se alternan los capítulos que hablan de guerra y de paz. En los países de habla rusa es obligatorio leer este libro en el colegio, y companheras mías me han contado que ellas sólo se leían los capítulos de paz, que es donde se narran las historias de amor y de la alta sociedad rusa...

    yo no lo recomiendo, os perderíais varios capítulos muy interesantes, y os podría pasar lo que les pasaba a ellas: que el profesor siempre preguntaba en el examen algo sobre los capítulos de guerra... ;)

    Ratita de laboratorio

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  2. Es cierto, no he comentado uno de los grandes obstáculos para leerlo, los capítulos sobre la guerra. A mí no me molestaron demasiado, porque a pesar del tema, que de inicio echa para atrás, Tolstoi lo cuenta muy bien y lo hace entretenido y emocionante. Al final la guerra gana más peso, y sí que puede resultar más pesado, porque Tolstoi empieza a dejar más claras sus posiciones y sus teorías sobre por qué perdió Napoleón y ganó Rusia, y quién fue clave, o no lo fue, para que ocurriera... Es una posibilidad saltarse páginas o leer ciertos párrafos "en diagonal", yo tampoco lo recomiendo, pero el libro se va a seguir disfrutando igual.

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  3. Lo he acabado esta semana, y sí, me he enamorado de algún personaje. Me ha encantado. Es cierto que tienes que tener tiempo y un lapiz y papel al lado, sobre todo al principio, para hacerte con todos los personajes y sus relaciones familiares. Pero este libro lo tiene todo.

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    1. Hola, Esther! Sí, una vez que consigues conocer a los personajes el libro se disfruta muchísimo, aunque de entrada haya que hacer un pequeño esfuerzo. A mí también me encantó. Muchas gracias por leernos!

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  4. Lloré inconsolablementr en la vispera y en la muerte del principe andres. Llore porque hacia años que no lloraba por una causa que no fuera mia y porque drscribio a la perfeccion el transito y duelo de la muerte. És asi, como en menos de una hora pase del llanto a moco tendido a terminar con una sonrisanynla convicción wue Dios existe y que la vida continua

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    1. Yo también lloré, anónimo. Esa escena tan larga, tan detallada, tan bien contada, pone los pelos de punta. Y es impresionante lo bien que cuenta Tolstoi aquí, como dices, el momento de la muerte y cómo después pasa a otros aspectos de la vida, totalmente distintos, pero igual de maravillosamente narrados: el amor, el miedo, la envidia, la alegría de estar vivo... Muchas gracias por tu comentario y por pasarte por aquí!

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  5. Hola a todos!!
    En mi humilde opinión, algunas páginas son geniales, de una lucidez extraordinaria, cuando habla de la sociedad, la muerte, el sentido de la vida.
    Las partes de la guerra pueden ser tediosas, porque en mi opinión, los emperadores están descriptos de modo parcial (bueno, es lógico, Tolstoi era ruso), afirmando que Alejandro era la bondad en persona y Napoleón lo contrario, ni uno ni otro, en mi opinión.
    Natasha me parece uno de los personajes más estúpidos de toda la literatura (y pensé que nadie iba a superar a Cosette de Los Miserables) no evoluciona demasiado como Andrey o Pierre, al final del libro sigue siendo la misma chiquilla tonta.
    En fin, es de lectura ineludible
    Gracias por leer!!
    Saludos!!
    Bianca

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    1. Hola, Bianca!! Gracias a ti por pasarte por aquí y comentar! Como tú, encontré páginas realmente perfectas. Recuerdo en especial las del príncipe Andrei, mi personaje preferido del libro y uno de mis preferidos de los libros que he leído en mi vida... pero hay muchas: algunas escenas de guerra, los ataques de odio de Pierre del principio...

      Efectivamente, Tolstoi es tremendamente parcial y está muy bien que menciones Los Miserables, Víctor Hugo era justo lo contrario, un gran admirador de Napoleón, y también era parcial al hablar de sus batallas. Tolstoi quería contar lo que pasó en la guerra como historiador, pero creo que es más para poner en su lugar a los suyos, a los rusos, y que se dirigía a su pueblo y a sus políticos. Así que no hay objetividad pero a nosotros no nos importa, porque ya no lo leemos como historia, sino, como tú dices, como un libro ineludible del que disfrutar... aunque Natasha nos ponga un poco de los nervios.

      Gracias por leernos y un saludo!

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  6. Sobre todo, es básico buscar una buena edición y una buena teaducción. Yo compré la de Random House y es terriblemente trabajoso e irritante leee cob faltas constantes de sintaxis, puntuación e incluso ortografía. Muy decepcionante.

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