domingo, 3 de febrero de 2019

La Ilíada, de Homero


Después de experimentar que leer La Odisea podía ser una grata experiencia, era cuestión de tiempo que leyera el otro gran clásico de Homero: La Ilíada. Sobre la Guerra de Troya, cronológicamente es anterior a ella, pero no sabía mucho más de la obra. Para mi gusto hay demasiada guerra, es un libro demasiado épico, pero la historia de Aquiles y los distintos héroes argivos y teucros me ha gustado lo suficiente como para invitaros a leerla.


Como en el caso de La Odisea leí la traducción de Segalá y Estalella, de 1910, que está en prosa. Fácil de seguir, conserva las repeticiones, pero pierde el ritmo poético con respecto a la original. La introducción de Javier de Hoz de Austral me ayudó a ubicar mejor la historia.

La Ilíada nos cuenta unos días durante la Guerra de Troya, hacia su final. El secuestro de Helena por parte de Paris provoca una guerra entre los aqueos y los teucros, y ésta causa estragos en los dos ejércitos. El desgaste y la distancia con los seres queridos, hacen a los combatientes plantearse cuánto vale la belleza de Helena, y si merecía la pena perder tantas vidas por ella.

Cartel de "Troya", basada ppalmente en la Ilíada
La Ilíada comienza con la pelea entre Aquileo y Agamenón, cuando éste se queda con la mujer que le correspondía a Aquileo como botín de una batalla anterior. Aquileo, uno de los héroes más importantes del ejército, decide como venganza no seguir combatiendo, ni él ni todo su grupo, y a partir de ahí se suceden las batallas entre los ejércitos, teniendo como protagonista a Héctor, de Troya, capaz de matar a cuantos soldados se le ponen por delante.

Como La Odisea, La Ilíada habla de sentimientos universales, pero de forma muy drástica. La cólera de Aquileo, la búsqueda del honor en la batalla, el culto a los muertos aparecen como temas principales en la obra mezclado con la descripción de la batalla. Y en toda la guerra, los dioses se mezclan, quitando responsabilidad a los héreos en sus aciertos o sus errores, decidiendo, en realidad, continuamente (y demasiado arbitrariamente) su destino.

Creo que es mejor leer antes La Odisea que La Ilíada: la historia nos suena más y tiene un argumento más ameno, de forma que, si os gusta, os recomendaría entonces que siguiérais con La Ilíada. Pero si tengo que dar mi opinión, quizá porque me sonaba menos la historia, a mí me ha gustado más La Ilíada. A pesar de la violencia y las batallas, y de su final inconcluso, me resultó más fácil identificarme con Aquileo o con Príamo, que con Odiseo. Me parecieron más humanos... guardando las distancias, claro.

Y a vosotros? Cuál os gustó más?

Ratita de laboratorio

PD: he leído que hay un reto en Twitter sobre La Ilíada, donde se invita a sus participantes a leer un canto por semana. No sé si todos los que se han apuntado lo leerán o, como dicen algunos, si en 120 caracteres se puede comentar una obra que es la base de nuestra literatura. Pero si siempre os ha dado pereza leer un libro así, apuntaros a ese reto puede ser vuestra oportunidad para conseguirlo.

2 comentarios:

  1. "Y en toda la guerra, los dioses se mezclan, quitando responsabilidad a los héreos en sus aciertos o sus errores, decidiendo, en realidad, continuamente (y demasiado arbitrariamente) su destino." Este tema, que para nosotros hoy nos parece irreal y fantasioso, es una de las cosas que mas les preocupaba a los griegos: el capricho del destino, la fragilidad de nuestra condición humana, el resultar juguete de fuerzas poderosas, etc. Luego, se desprende la cuestión moral. El cristiano es absolutamente responsable de sus actos. Para el griego antiguo, en cambio, sus actos no eran de su absoluto gobierno. Hay quien ve en esto ultimo la inmensa superioridad de la religión griega arcaica en comparación con la cristiana.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola Eduardo!

      Sí, la aparición de los dioses habla de la incapacidad del hombre de controlarlo todo y, como muy bien dices, le quita responsabilidad en sus actos. Yo no sé si lo llamaría superioridad: a veces en la Ilíada los personajes son como marionetas, donde parece que, hagan lo que hagan, ellos nunca deciden, y tampoco es eso. Supongo que ninguno de los dos extremos son buenos.

      He comenzado a leer una versión resumida de La Ilíada de Baricco donde elimina por completo todas las intervenciones de los dioses, para que apreciemos mejor la faceta humana de la obra. Creo que sin los dioses no se puede entender bien el libro o, como tú bien dices, su religión, o su manera de pensar, así que estoy impaciente por terminarlo para ver cómo cambia mi perspectiva de la obra este enfoque diferente.

      Ya publicaré el correspondiente post.

      Muchas gracias por leernos y por tu aportación al blog, un saludo,

      Ratita de laboratorio

      Eliminar