Conocí a Fernando Pessoa
a través de Bernardo Soares y su Libro del desasosiego. Empecé,
digamos, al revés, y leí primero al heterónimo que más se parecía
al autor original. Tenía pendiente leer otro heterónimo, un poeta,
para apreciar la capacidad de transformación de Pessoa en otros
autores, y paseando por la Feria del Libro de Madrid 2016 me decidí
por Alberto Caeiro y sus poemas. Ahora adivino la dificultad (y la
riqueza) que esconde Pessoa, quien con cada heterónimo nos presenta
una faceta nueva.
Alberto Caeiro es quizá
el heterónimo más conocido. Era campesino y buscaba la verdad en la
sencillez. Murió de turbeculosis, y Pessoa le inventó con la
intención de gastar una broma. Hasta que empezó a escribir poemas y
surgió El guardador de rebaños. Este gran poema está recogido en
el libro que nos ocupa, Poemas de Alberto Caeiro, junto a otros
poemas sueltos en los que habla de la (no) naturaleza y de su
relación con ella. Caeiro, poeta bucólico, reivindica la simplicidad y ver las cosas
como son, cosas, sin pensar más allá. Critica sobre todo la
atribución de características humanas a los objetos: las flores
alegres o la brisa que nos trae recuerdos son algunos ejemplos.
También rechaza el sentimiento místico que identifica al sol (y a
la naturaleza en general) con Dios.
Caeiro es distinto a
Soares, que vivía imaginando. Caeiro valora la sencillez y rechaza
lo que no es real. Nos invita a no ver más que lo que hay, a no pensar,
algo que como él admite es difícil, pero que nos ayudaría en
ocasiones a aceptar los problemas como vienen y a darle su
importancia justa. Las diferencias de Caeiro y Soares ponen de
manifiesto la riqueza de la escritura de Pessoa, cuyos heterónimos
tenían hasta biografía propia, aunque al hablar de ciertos temas (como el amor)
nos creemos que estas criaturas tengan un mismo padre.
Os dejo unos versos:
„Si yo pudiera
trinchar toda la tierra
Pessoa, wikipedia |
y sentirle un sabor
sería más feliz un
instante...
Pero no siempre quiero
ser feliz.
Es necesario ser de
vez en cuando infeliz
para poder ser
natural...
No todo es días de
sol
y la lluvia, cuando
falta mucho, se ruega.
Por eso tomo la
infelicidad con la felicidad
naturalmente, como
quien no se extraña
que haya montañas y
llanuras
y que haya peñascos y
yerba...
Lo que hace falta es
ser natural y calmo
en la felicidad o en
la infelicidad,
sentir como quien
mira,
pensar como quien
anda,
y cuando se va a morir
acordarse que el día muere,
y que el poniente es
hermoso y es hermosa la noche que queda...
Así es y que así
sea...“
La edición que leí es
de Visor Poesía, donde se publicó cada traducción de Pablo del
Barco al lado del poema en portugués. Para leer la obra original y
poder valorar su adaptación, tan parecida por el vocabulario y tan
distinta por la pronunciación. Me alegro de, a pesar de no saber
portugués, haber comprado esta versión. Los poemas en original
tienen otro ritmo, más suave y melódico, y echar un vistazo a los
originales, dado que la lengua es parecida a la nuestra, es todo un
lujo que debemos aprovechar.
Ratita de laboratorio
Esto es un muy buen consejo! Ahora que leíste dos libros, por cual recomendarías empezar? Yo estoy por comprar libro del desasosiego de acantilado. Después me gustaría leer este sólo para entender cuán diferente escribe el autor aunque no soy un gran adepto de la poesía. Un saludo, que lindo blog!
ResponderEliminarHola Pablo!
EliminarPessoa es sobre todo poeta, por lo que yo recomendaría empezar con un heterónimo que escribiera poesía, aunque no seas muy adepto. Yo sólo he leído a Alberto Caeiro, pero un amigo mío portugués me dijo que era el más fácil de entender y, por tanto, el más leído. Así que creo que Caeiro puede ser una muy buena primera opción y, en función de si te gusta o no, seguir después con los demás.
El libro del desasosiego a mí me gustó mucho, pero no creo que sea el mejor libro para empezar con Pessoa. A mí ahora me gustaría conocer a Álvaro de Campos.
No sé si estará bien (no es publicidad encubierta) pero yo estas Navidades quiero acercarme a ver una exposición de Pessoa en Madrid. Quizá allí den buenos consejos sobre cómo acercarse a Pessoa, o cómo seguir estudiándolo. Si al final voy y aprendo algo interesante sobre cómo leer a este autor, prometo contarlo por aquí.
Un abrazo y muchas gracias por visitarnos!
Ratita de laboratorio