sábado, 9 de febrero de 2013

La ciudad de los prodigios, de Eduardo Mendoza


La ciudad de los prodigios se coló en mis planes de lectura por falta de organización: lo vi en la estantería y decidí empezarlo, eligiéndolo entre otros porque no pesaría mucho en mi maleta y por la fama de su autor. La verdad es que no me ha gustado mucho: no he entendido qué era lo que el autor quería contar. Con todo, en el blog escribo sobre lo que leo, sea bueno o no, gafapasta, comercial o de temática existencial. Así que paso el turno a La ciudad de los prodigios o, lo que es lo mismo, Barcelona. 

Eduardo Mendoza publicó La ciudad de los prodigios en el año 1986, y es considerada por muchos su mejor novela. Aunque en cuarto lugar en su lista de obras publicadas, comenzó a escribir este libro tras el éxito de su primera novela, La verdad sobre el caso Savolta. Empezó a escribir un segundo libro cuya redacción tuvo que dejar y retomar varias veces porque, en palabras del propio autor, „la trama se le fue complicando“. Y es que el proyecto de Mendoza era ambicioso: contar la historia de Barcelona desde la Exposición Universal de 1888 hasta la de 1929, teniendo como hilo conductor a un solo personaje: Onofre Bouvila.

Onofre Bouvila llega a Barcelona desde su pueblo siendo sólo un niño con la intención de buscarse un trabajo con el que ganarse la vida. Se hospeda en la pensión de don Braulio, donde su hija Delfina le consigue un trabajo repartiendo propaganda anarquista entre los obreros que trabajan en la que será la primera Exposición Universal de Barcelona. A partir de ahí, la ambición le lleva a meterse en negocios cada vez más turbios, hasta convertirse a lo largo de la novela en uno de los hombres más ricos del país, lo que le hace partícipe de los acontecimientos históricos más importantes del tiempo que le toca vivir. Onofre Bouvila es malo, y por ambición es capaz de cualquier cosa, pero el autor no analiza mucho más allá: yo no sé qué mueve a Onofre a actuar como lo hace, por qué es como es, ni qué tipo de relación tiene, por ejemplo, con Delfina.

El marco de la novela es muy interesante. Mendoza explica la historia de Barcelona basándose en su arquitectura, en las necesidades de crecimiento que tiene en cada momento y en por qué y cómo se desarrollaron los principales planes de urbanismo. Describe muy bien Barcelona y sus alrededores, sus relaciones con el Gobierno Central y los diferentes tipos de habitantes: los inmigrantes, los ricos, los delincuentes y los políticos, utilizando a menudo la ironía. Mendoza utiliza en muchas de sus obras Barcelona como escenario, y hay quien compara a Joyce y Dublín con él y la Ciudad Condal.

Como es posible que en la crítica me deje llevar por mis prejuicios (el autor está vivo y cada uno de sus libros es un éxito de ventas), he investigado por Internet para averiguar por qué La ciudad de los prodigios es, supuestamente, un libro tan genial. Aparte de lo ya explicado (la extraordinaria descripción de la ciudad donde se desarrolla), he leído que su mérito está en mezclar ficción con historia, ironía con drama, novela negra con parodia. La verdad es que eso lo hace bien, y Mendoza te arranca una sonrisa en los momentos más dramáticos, cuando no la risa cuando nos presenta a Rasputín o a Primo de Rivera.

Pero tanto mezcla, y tantas cosas quiere contar, que el argumento en muchos puntos pierde consistencia. Hay momentos en los que Onofre Bouvila no pinta nada, o en los que su relación con los acontecimientos históricos parece cogida con pinzas. A veces su personalidad da un giro que no se entiende sólo para poder relatar lo que pasó en un determinado año en Barcelona. Quizá sea ésa la intención del autor: rozar el absurdo al contar la Historia de una manera diferente. Pero yo no lo he terminado de entender, así que yo este libro se lo recomiendo a los que quieran aprender algo sobre la histora de Barcelona de una manera original, o a los que les guste conocer en primera persona a los autores más importantes de nuestro país. Al fin y al cabo, según los críticos ésta es su mejor novela.

Ratita de laboratorio

2 comentarios:

  1. Ya te lo dije... Para mí su mejor novela, con muchísima diferencia, es 'La verdad sobre el caso Savolta'. Me gustó muchísimo y tiene todo lo que dices que alaban en esta novela: los cambios de puntos de vista, la mezcla de humor (que hay siempre en los libros de Mendoza) con la novela negra... Anímate con ésa que seguro que te encanta

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    1. Ok, me lo apunto! ya leí otro libro de él, y tampoco me entusiasmó, pero a la tercera va la vencida. La verdad sobre el caso Savolta fue el libro con el que se dio a conocer y quizá ése sí sea su mejor libro. Gracias por el consejo!

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