sábado, 25 de marzo de 2023

Belleza cruel, de Ángela Figuera Aymerich


Belleza cruel
fue un regalo, de nuevo poesía de la mano de Torremozas. Ha permanecido mucho tiempo en la estantería porque he ido retrasando su lectura, y me arrepiento de no haberlo empezado antes. Belleza cruel es un libro de poesía social durante el franquismo, fácil de entender y que da voz a los más desfavorecidos.


Figuera Aymerich publicó Belleza cruel en 1958 en México, por el que recibió el Premio Nueva España. En España no se publicó hasta 1978, aunque ya antes poemas de su primera edición circulaban de forma clandestina, a veces, incluso, copiados a mano. En sus poemas da voz a los pobres y a los represaliados por el régimen, describiendo el sufrimiento y la falta de libertad por la que pasa España.

Me ha gustado bastante el libro, aunque no todos los poemas me han emocionado por igual. Aquí os dejo un extracto del primero, Belleza cruel, que da título al libro y en el que la autora pide perdón a los que sufren por encontrar belleza.

(...)
Quiero reír al sol sin que me asombre
este existir de balde, sobreviva,
con tanta muerte suelta por las calles.
(...)
Porque es lo cierto que me da vergüenza,
que se me para el pulso y la sonrisa
cuando contemplo el rostro y el vestido
de tantos hombres con el miedo al hombro,
de tantos hombres con el hambre a cuestas,
de tantas frentes con la piel quemada
por la escondida rabia de la sangre. 
(...)

Las ediciones comentadas y prologadas tienen siempre más valor porque ayudan a poner en contexto la obra de un autor, pero no siempre los prólogos son dignos de mención. Belleza cruel fue prologada por León Felipe, y hacía mucho tiempo que no leía un texto tan bonito, tan personal, tan humilde, donde un escritor le reconoce a otro hasta qué punto admira y respeta su obra. 

Os dejo sólo sus primeras palabras, que dejan atrás el ego y la rabia. Lo he leído ya innumerables veces y me sigue poniendo la piel de gallina:

Con estas palabras quiero arrepentirme y desdecirme, Ángela Figuera Aymerich... de cosas que uno ha dicho, de versos que uno ha escrito...

Hay que ser muy grande para escribir un prólogo así.

Ratita de laboratorio


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