jueves, 16 de abril de 2020

Nubosidad variable, de Carmen Martín Gaite

Leí hace mucho los cuentos completos de Carmen Martín Gaite pero tenía pendientes cualquiera de sus novelas, aun sabiendo que me iban a gustar. Y por fin he empezado: con Nubosidad variable por una recomendación radiofónica pero creo que me encantará cualquier otro. Me he encontrado con una autora intimista, con personajes femeninos poderosísimos, con diálogos interiores maravillosos y una mirada atenta y profunda a lo cotidiano.


Nubosidad variable habla de dos mujeres en la madurez, Sofía y Mariana: Sofía es madre de tres hijos ya independizados y Mariana no se casó nunca. Ambas fueron amigas íntimas en la adolescencia pero los años universitarios las separaron. Un encuentro fortuito hace que decidan reemprender la correspondencia interrumpida hace tanto tiempo con cartas que tienen mucho de diario íntimo: Martín Gaite habla de esas amistades inolvidables, profundísimas, que hacen muchas mujeres cuando son unas niñas y en las que se comparte todo como nunca más se volverá a hacer.

Las cartas de Sofía y Mariana sirven para conocer intensamente los pensamientos más escondidos de las dos: ambas son mujeres fuertes, interesantísimas, con un mundo interior apasionante enmarcado en la más absoluta normalidad y un pasado y un presente que se van desarrollando lentamente delante del lector. Es un libro para leer sin prisas, para detenerse en frases y pensamientos, para reflexionar, como las protagonistas, en cómo nos marcan ciertos personajes y momentos de nuestro pasado, para pensar en qué es la felicidad y qué es la ausencia de ella.

Martín Gaite redactó esta novela durante varios años, en una edad muy similar a la de sus protagonistas y es especialmente bella la forma en que describe su vínculo especial con su hija mayor, su refugio en tiempos de dudas, atrapada en su casa tras años de renunciar a sus sueños. Su encierro en una vida convencional contrasta con la aparente libertad de Mariana, quizás la más necesitada de la amistad de la otra de las dos, perdida y enemistada consigo misma desde hace años.

Es una novela llena de nostalgia, que habla mucho del pasado y de cómo se sigue proyectando en nuestras vidas. Pero también es una obra sobre el presente: sobre cómo atraparlo y transformarlo, sobre cómo iluminarlo con lo que la vida nos ha ido enseñando y con lo que poco a poco hemos construido a lo largo del tiempo.

Ratita presumida

2 comentarios:

  1. Te va a gusta, seguro. La autora salmantina y Premio Nacional de Literatura y el Nadal en el 57 por "Entre visillos", nunca defrauda y todos deberíamos leerla en algún momento de nuestras vidas. Gracias.

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    1. Toda la razón, Clarisa. Yo quiero seguir leyéndola, sé que me van a gustar todos sus libros. Por un lado es una suerte haberla redescubierto tan tarde y tener tantos libros por delante... Gracias por pasarte por aquí!

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