sábado, 21 de diciembre de 2019

El club de lectura del final de tu vida, de Will Schwalbe

El club de lectura del final de tu vida lo recibí como regalo en una boda. Fue muy original, porque además, mis amigos intentaron, dentro de las posibilidades, adecuar el libro que regalaban al invitado en cuestión. En mi caso era fácil: cualquier libro sobre libros encajaría, pero éste además estaba escrito por un editor y hablaba sobre un club de lectura, por lo que se hablaría de varias obras, que se elogiarían (o no). El único problema es que el club de lectura lo formaban el propio autor y su madre, enferma de cáncer terminal... os podéis imaginar que terminarlo no ha sido fácil, y que a pesar de leerlo durante unas vacaciones absolutamente felices, me ha hecho llorar. Así que, no, no podré recomendarlo.



Schalbe publicó El club de lectura del final de tu vida en 2012, poco después de la muerte de su madre. Ha publicado dos obras más, y se ha dedicado durante mucho tiempo a la edición. Es un amante de la literatura, y adora la pregunta:

"¿Y tú, qué estás leyendo?"

El club de lectura del final de tu vida habla de muchos libros, pero aunque promete comentar también obras clásicas, la inmensa mayoría de los libros son bastante recientes. Eso hizo que no conociera a muchos de ellos, ya que además el editor es estadounidense y el mercado literario, tan saturado a ambos lados del Atlántico, no siempre coinciden. Mi idea al leerlo era llevarme recomendaciones, pero me he apuntado pocos libros: si me gustan, quizá me deje aconsejar más por Will. Resulta muy práctica la lista del final de la novela con todos las obras mencionadas a lo largo del relato.

Lo mejor de la novela es su sinceridad: es autobiográfica, y muy auténtica. Will quiso homenajear a una madre especial: incansable luchadora y colaboradora de multitud de obras benéficas, se dedicaba profesionalmente a los refugiados, y su último proyecto fue construir una biblioteca en Afganistán. Entiendo que Will se negara a no dar a conocer a su madre a otras personas: a los que hubieran oído hablar de ella sólo un poco, o a los que no la conocieran de nada, pues está claro que Will no sólo la quería, sino que la admiraba. Además habla con mucha naturalidad de la enfermedad: sin entrar en demasiados detalles, menciona las pastillas, los efectos secundarios de la quimio, los días "no tan buenos" que su madre pasaba tranquila en casa. Destacando su fuerza sin convertirla en heroína.
Will Schalbe (el país)

Pero esta autenticidad es también el mayor defecto del libro: es a ratos íntimo, duro, triste. Y no todos podemos leer una historia así sin emocionarnos. Este libro no es para todos los públicos: no estoy segura de que ayude a alguien que pase por una situación así, o que la haya pasado. Quizá ayude a los que no: a imaginar el día a día, y esa difícil pregunta del "qué tal estás".

A pesar de la ilusión que me hizo el regalo, de lo que disfruté de la boda, de lo que quiero a mis amigos, no, no puedo recomendar el libro. Pero si leo algún derivado de él, volveré a mencionarlo. Ojalá me lleve a grandes descubrimientos. No creo que vuelva a publicar en 2019, así que aprovecho este post para desearos un feliz 2020. Hasta el año que viene!

Ratita de laboratorio

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