jueves, 28 de marzo de 2019

Permafrost, de Eva Baltasar


Permafrost lo compré porque fue un éxito de ventas y críticas en 2018. Leí que era rompedora, valiente, y pensé que la idea del "Permafrost", esa capa de tierra que está permanentemente congelada, podía ser original para describir la soledad, o el aislamiento de una persona. La metáfora no era exactamente como me la había imaginado: aunque se habla de la novela como de extrema, no es tan difícil entender a la protagonista, o al menos a mí, no me ha costado tanto.


Baltasar publicó Permafrost en 2018. Es su primera novela: hasta ahora, había escrito sólo poesía. Esta obra es la primera de una trilogía. Baltasar presume de ser anticuada (no está en las redes sociales) y solitaria.

Eva Baltasar (el país)
Permafrost comienza con la protagonista mirando al vacío desde un edificio muy alto, y planteándose cómo sería tirarse al vacío y terminar así con su vida. Ha dejado su medicación, porque quiere sentir y vivir su vida todo lo que pueda, pero lo cierto es que no sabe cómo, porque a menudo no entiende a la gente que la rodea, ni a sí misma, de forma que lucha por sobrevivir. No entiende a su madre, ni a su hermana, y aunque tiene relaciones, no termina de comprometerse. Le cuesta también amar.

Su cercanía al suicidio es un poco extrema, pero otras de sus facetas pueden ser comprensibles. No estudia lo que quiere, no soporta la convivencia en casa, no sabe de qué quiere trabajar, o cómo. Le cuesta madurar, y muchas de sus relaciones con los demás no son sinceras. A veces el permafrost se rompe, por algo bueno, o por algo malo. Y otras se hace más fuerte, cuando se aleja de los demás.

Permafrost me ha gustado sobre todo por su naturalidad al hablar de todo, pero creo que el personaje no está del todo redondeado. Que el permafrost exista puede ser positivo o negativo, y a veces esta ambivalencia, como la de la protagonista entre vivir o morir, no está del todo clara. Quizá la necesidad del permafrost sea relativa, y quizá también, las ganas de morir de la protagonista no sean del todo ciertas y quiera permanecer en el filo, para sentir que decide. O para sentir a secas. 

Ratita de laboratorio

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