La primera vez que oí
hablar de Un paseo por el bosque fue tomando una cerveza con
amigos y familia, planeando un posible camino de Santiago que al
final no realicé. Pero con la promesa de ser divertido (aunque hacia
la mitad pierde) se lo regalé a una amiga para que lo leyera y porque quería practicar inglés. Poco después llegó a mis manos, y estoy
totalmente de acuerdo con lo que se dijo en aquella conversación: al
principio es muy divertido, pero hacia la mitad la parte humorística
disminuye demasiado. A pesar de eso, es totalmente recomendable, también para leer en inglés,
aunque se nombren muchas (demasiadas) especies animales y vegetales.
Bryson publicó Un
paseo por el bosque en 1998, para contar su experiencia haciendo
la ruta de los Apalaches. Bryson, que trabajó como periodista,
escribe libros de no ficción sobre todo sobre viajes y también de
ciencia a nivel divulgativo. Intenta acercar a la gente normal
conceptos complicados, o experiencias un poco exóticas, para que
conozcamos todo lo que nos estamos perdiendo.
Bill Bryson (wikipedia) |
En el caso de Un paseo
por el bosque ya el título es sarcástico: la ruta de los
Apalaches tiene unos 3500 km, y a pesar de estar cuidada (cada cierto
número de km hay refugios), se puede hacer muy dura por sus
montañas, por no hablar de la posibilidad de encontrar animales
salvajes o de aguantar las inclemencias climatológicas, que pueden
llegar a ser extremas. Pero todo esto lo va aprendiendo Bryson según
va leyendo e informándose sobre su objetivo, a la vez que se
pregunta si es ajustado a sus capacidades.
Fotograma de la película |
La primera parte del
libro es por eso la más divertida, en la que narra los preparativos
y el comienzo del viaje: mi escena preferida es la de la compra del
equipo técnico, cuando Bryson descubre el mundo del senderismo
profesional y la cantidad de aparatos imprescindibles y carísimos
que uno puede necesitar mientras recorre el Apalacchian Trail (AT). A
lo largo del libro, además de hacernos reír, descubrimos los otros
dos objetivos de Bryson: hacernos conscientes del deterioro de la
naturaleza en concreto en Estados Unidos (aunque extrapolable a todo
el mundo) por la explotación de los recursos naturales y, a veces,
la simple ignorancia, y enseñarnos a respetar el senderismo. Con su
descripción del AT, desde el amor y el odio y hablando de sus
peligros, nos hace entender que cualquier tipo de excursión al
bosque debe hacerse con precaución y con respeto.
Aunque, como comentamos
aquel día, hacia la mitad la historia ya no es tan graciosa, yo he
aprendido mucho con Un paseo por el bosque, y me parece un
libro más que adecuado para los senderistas, los expertos y los
aficionados. Porque la gracia de hacer senderismo también es la de
respetar los ritmos, los propios y los ajenos, y puede ser muy enriquecedor convertir una
experiencia personal en colectiva a través de la admiración, la ayuda y la cercanía en los momentos duros. Y, a pesar de que a veces el
vocabulario sobre la naturaleza sea un reto, en inglés se deja leer
bastante bien.
También hay película,
por si os da pereza.
Ratita de laboratorio
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