Thomas Mann es uno de los escritores alemanes y europeos más importantes del último siglo, por su interés en reflejar y describir la sociedad de su tiempo. Mann publicó La montaña mágica en el año 1924, aunque empezó su redacción varios años antes, algo que se nota por la evolución del argumento y la introducción de personajes como Naphta, claramente posterior a una primera concepción del libro. La acción tiene lugar en Davos, Suiza, en un sanatorio para tuberculosos unos años antes del comienzo de la Primera Guerra Mundial. De camino al sanatorio conocemos a Hans Castorp, un joven de Hamburgo que acaba de terminar sus estudios de Ingeniería Naval y que va a visitar a su primo Joachim en el hospital donde lleva cinco meses ingresado a causa de una enfermedad pulmonar. Hans Castorp, que sólo lleva equipaje para quedarse allí tres semanas, al poco de llegar empieza a encontrarse mal.
En la obra se describe con minuciosidad cómo es la vida en el sanatorio, y la actitud de los personajes ante ciertas situaciones. El autor explica cómo en el hospital algunos viven de espaldas a la muerte, y cómo su enfermedad les da la perfecta excusa para relajarse moralmente y olvidar sus principios. Como si vivieran en una realidad paralela al „mundo de ahí abajo“ donde tuvieran otras reglas. Hans Castorp, que tiene bastante tiempo libre, empieza a estudiar distintas disciplinas y conversa largamente con Settembrini, un italiano humanista con una enfermedad incurable, sobre la muerte, la moral y otros temas filosóficos. Thomas Mann en su libro describe el comportamiento de personajes típicos de la sociedad de la época y presenta distintos debates también habituales en aquel momento.
Pero yo creo que el tema principal de la obra es el tiempo. Thomas Mann intenta reflejar en su estilo cómo en el caso de Hans Castorp su percepción va variando a lo largo de la obra. Al llegar todo es nuevo, y el descubrimiento del sanatorio llena los días de acontecimientos interesantes que ocupan varios capítulos. Sin embargo, cuando la vida en el hospital se hace rutinaria, el ritmo se acelera poco a poco porque todos los días parecen iguales y el tiempo pasa más rápido, aunque él no se dé cuenta y crea que, en realidad, éste se ha detenido. Es como si Thomas Mann reflexionara sobre la subjetividad del paso del tiempo, algo acorde con las cuestiones planteadas por la Teoría de la Relatividad de Einstein, publicada en 1905, y nos hablara del tiempo como de una medida relativa, lo que se refleja en el hecho de que su percepción varía según las circunstancias. Por eso Hans Castorp termina olvidando el paso del tiempo, porque en el sanatorio, espacio reducido y aislado del resto del mundo donde se desarrolla la acción, ya no pasa nada: porque sin movimiento, no hay tiempo.
Los años previos a la Primera Guerra Mundial fueron muy convulsos en términos políticos pero también filosóficos y físicos: la publicación de la Teoría de la Relatividad supuso una revolución puesto que negaba algunos de los fundamentos de la Física Clásica, algo que importantes físicos como Mach ya habían anticipado que pasaría ante la incapacidad de la física de Newton para aclarar fenómenos como el electromagnetismo. En la obra de Thomas Mann tampoco hay tiempo absoluto, y este factor desestabiliza enormemente a los pacientes del sanatorio. Creo que Mann relaciona esta teoría con la inestabilidad de la época previa a la Gran Guerra, porque en un mundo donde ni siquiera podemos fiarnos de los relojes todo es posible: hasta una guerra mundial.
Pero esto último ya son conclusiones personales mías que no he podido confirmar. Lo bueno que tiene este libro es que uno podría escribir ya no mil, si no dos mil páginas intentando aclarar todo lo que el autor pretende contarnos. Lo bueno, o lo malo, porque después de leerlo uno se da cuenta de que probablemente no le haya sacado todo el jugo que se le puede sacar. Está bien porque uno se obliga a sentarse y a pensar un poco sobre muchos temas sobre los que uno no habla todos los días, pero para entenderlo del todo quizá haya que leerlo dos veces. O siete.
Ratita de laboratorio
De acuerdo en que "el tiempo" es el tema principal, pero yo, además, lo relacionaría con la diferente concepción del tiempo que la humanidad tenía durante la Edad Media y la que se introdujo a partir de La Ilustración. De esa forma parecen los conceptos de tiempo "finito" y de tiempo "infinito", así como las diferentes concepciones y aproximaciones al tema de la muerte, otro de los grandes temas del libro.
ResponderEliminarSaludos y enhorabuena por el blog
Hola!! muchas gracias por tu comentario, como puse en la entrada es un libro complicado, que tiene un montón de lecturas y se agradecen nuevas ideas que ayuden a interpretarlo. Lo que más me llamó la atención fue cómo trataba el concepto del tiempo, pero es cierto que también de la muerte habría mucho que hablar... Gracias por seguirnos y pásate de vez en cuando por aquí!
EliminarRatita de laboratorio
Coincido con tus opiniones, sobre todo con la que es impoisible hacer una crítica a la altura de este libro... creo que lo que uno debe hacer en este caso es decir por qué se debe leer este libro. Yo lo agarré de casualidad en la biblioteca, sin saber con qué me iba a encontrar... y fue una grata sorpresa.
ResponderEliminarExcelentísimo libro, exquisito... cada capítulo nos plantea dilemas coyunturales pero que exceden el tiempo, universalizables... las reflexiones sobre la salud y la enfermedad, el tiempo, los dilemas morales de la religión, el bien y el mal... la muerte, como dice acá Fati.
Y a todos nos quedará la sensación que no le sacamos todo el jugo... es más, podríamos releerlo mil veces y siempre sacaremos algo nuevo.
Entró en el top ten de mi biblioteca.
Hola Bruno!
EliminarMuchas gracias por tu opinión sobre el libro. A mí también me encantó, y creo que es de los libros que es bueno releer, para descubrir nuevas interpretaciones y, de paso, mejorar o ampliar las resenas :)
Gracias también por leernos!
Ratita de laboratorio
Me siento identificado con lo que dices de que es muy difícil escribir una reseña.
ResponderEliminarCreo que parte de esta dificultad está en que salvo un par de parrafillos que tenían opiniones interesantes, el resto está vacío. No hay respuestas, ni opinión personal del autor, ni personajes que ganan o pierden...
Para mí es parte fundamental de la grandeza de este libro, que cada uno de los personajes explica su actitud y motivaciones frente a la vida... y sin embargo no hay apenas conclusiones.
Como en la vida misma.
Es paradójicamente uno de los libros que más me ha cambiado
Hola Dr. Driller Killer,
Eliminarsí, la verdad es que es difícil escribir sobre este libro. Y es verdad que no hay conclusiones, el autor plantea distintas teorías o formas de vivir pero no dice cuál es la correcta.
A lo mejor el objetivo del autor era sólo que nos detuviéramos a pensar un poco. Y, por lo menos en mi caso, lo consiguió.
Gracias por tu comentario, y por seguirnos.
Ratita de laboratorio
Este libro es uno de mis eternos pendientes.
ResponderEliminarPues ya sabes: si algún día te pones, nos comentas si te gusta.
EliminarUn abrazo!
Me lo acabo de terminar y me ha gustado mucho. Es cierto que a veces hay conversaciones en las que te pierdes un poco, pero la vida de cada personaje, las descripciones de los paisajes... me han gustado mucho. Y sí, es un libro para releer pero... hay tantos esperando!
EliminarMe alegro de que te gustara, Esther. Gracias por compartirlo con nosotros.
EliminarComo dice Roberto Bolaño en Los Detectives Salvajes “un paradigma de la literatura tranquila, serena, completa”, exactamente eso es La Montaña Mágica, una obra monumental, exquisita, profunda, apasionante… un verdadero clásico de la literatura universal.
ResponderEliminarCuando la termine sentí que no quería salir de ese lugar realmente mágico donde se encontraba Hans Castorp y por eso decidí releerla.
Existe un muy buen estudio sobre La Montaña Mágica, es de un escritor colombiano: Thomas Mann, La Montaña Mágica y la llanura prosaica, de Estanislao Zuleta, se los recomiendo, ayuda bastante a descifrar y comprender mucho más esta gran obra.
Gracias por el consejo! Un saludo
EliminarAcabo de terminarla y es de lo mejor que he leído. El tema principal es el tiempo, pero hay numerosos temas secundarios: la muerte, la enfermedad, el enfrentamiento entre dos maneras (medieval e ilustrada) de entender el mundo. Mis personajes favoritos son Naphta y Settembrini, me parecieron estimulantes sus conversaciones y como se baten dialécticamente por el alma de Castorp. Libro desencadenador.
ResponderEliminarHola Anónimo!
EliminarSí, en este libro se tocan numerosos temas, el tiempo no es el único. Me alegro de que te haya gustado y de que lo hayas compartido con nosotros.
Un abrazo!
Para aportar una visión diferente del libro decir que la personalidad del prota (Hans Castorp) se muestra amable y atenta con todos, un sueño para cualquier pedagogo, además de ser definido en el libro como "persona inofensiva".
ResponderEliminarSupongo que en Castorp, el autor personalizó al europeo medio, indefenso y sin alternativa, frente a la brutal primera guerra mundial que se estaba gestando.
Hola Anónimo,
Eliminarenfoque interesante! un europeo amable, ingenuo, que vive en un mundo aparte sin ser consciente de lo que está pasando en la realidad... puede que tengas razón!
muchas gracias por compartirlo con nosotros, y por hacernos una visita!
Ratita de laboratorio
Hola, gracias por vuestros comentarios. Estoy de acuerdo con vosotros en casi todo, aunque voy por la mitad más o menos y resulta que me acabo de encontrar con la declaración amorosa en francés..., después de tanto tiempo esperando. Puede alguien traducirme esta parte? Aunque no sea importante para el desarrollo de la historia me sentí un poco frustrado.
ResponderEliminarGracias
Hola Anónimo! Yo no te puedo ayudar: no tengo el libro a mi disposición ahora mismo, pero creo recordar que las partes en francés no las traducían... quizá alguien que lea esto sí pueda ayudarte.
EliminarSuerte!
Amigo te recomiendo que busques la edición de las cien joyas del milenio son los únicos libros que tienen esa parte traducida al español.
EliminarGracias por la información Andrés!
Eliminar¿como es que encuentras la relación acerca del tiempo y la teoría de la relatividad en esta obra? ?????
ResponderEliminarHola Melissa!
Eliminarla verdad es que no sé si tiene mucho sentido, pero Mann, alemán, publicó este libro después de que Einstein publicara su teoría. En la física y la filosofía de esa época el tiempo y su forma de definirlo, como variable y en relación con el espacio, cambió, y era tema de estudio entre los intelectuales. Es posible, pues, que Mann supiera de estas ideas y le interesaran. El hecho de que el tiempo transcurra de forma distinta en los dos escenarios (el sanatorio y el exterior), fue lo que me hizo pensar en Einstein y en la paradoja de los gemelos: Castorp percibe que el tiempo se ha detenido, o que pasa muy despacio, mientras que fuera de allí la vida sigue y cambia más rápido de lo que él piensa. Esa percepción de Castorp se nota en el estilo, donde la redacción de los primeros días duran páginas y páginas, como si la rutina del sanatorio fuera capaz de llenar una novela (y una vida).
En el primer comentario se menciona que la concepción del tiempo que se compara son la de la edad media y la del renacimiento. Quizá tenga razón y con Einstein me pasé de lista, pero no parece una locura pensar que por ser contemporáneos, Einstein y Mach pudieron influir en la obra de Mann.
Abrazos,
Ratita de laboratorio
Puede eso ser cierto amigo, pues Thomas Mann y Einstein eran grandes amigos.
EliminarHola quisiera añadir que es importante que el protagonista se ingeniero, por lo tanto tiene una profesión liberal esto le mete directamente en la rueda de lo cotidiano, de lo que ocurre en un devenir sin fisuras, do de no hay tiempo para sentarse a pensarse a uno mismo y al mundo. Y precisamente cuando sale de esa rueda y puede tumbarse a no hacer nada cuando accede a nuestra dimensión más puramente humana, donde la realidad ya no tiene una sola lectura, donde todo es complejo y en ocasiones no del todo claro. Gracias un saludo.
ResponderEliminarHola Unknown!
EliminarYo había pensado en esa salida de la rutina, pero no en el detalle de que sea ingeniero. Crees que es importante por su tendencia a la planificación, o su fama de cuadriculados?
Ahora que lo dices sí que da la impresión de que el protagonista no decide muchas cosas de su vida, que parece que sigue una inercia, con cierta apatía... hasta que decide visitar a su primo en el sanatorio.
Muchas gracias por tu aportación! a veces está muy bien eso de salir de la rueda y tener tiempo para pensar un poco.
Ratita de laboratorio
Es la tercera vez que lo leo y estoy de acuerdo en todo lo que decís. Es un libro apasionante. Lo estoy leyendo despacio y voy por la mitad. Esta vez me ha resultado enternecedora la historia con Mme. Chauchat. Me parece sorprendentemente sensual la manera de presentar un amor platónico en relación con radiografías y libros de anatomía. Cuando se va Chauchat, Castorp se queda con su radiografía en el bolsillo como prenda de amor.
ResponderEliminarEn fin, disfrute intelectual, sentimental, estético... y eso que no puedo leerla en alemán.
Por cierto, que el hecho de que se declaren en carnaval y en una lengua que no domina ninguno de los dos llena de magia ese encuentro.
Hola Aspasia! Recuerdo la descripción de ese amor platónico y cómo todos los detalles ralentizan el ritmo de la obra, contando día a día la relación de Hans con Mme. Chauchat.
EliminarLa declaración en carnaval y en otra lengua puede tener que ver con la idea tradicional alemana de que en carnaval todo vale. Hablar en otro idioma, y el ambiente más relajado de la fiesta les hace ser más valientes, como si fueran otros.
Sobre lo de leerla en alemán, no sólo tú no puedes, estoy segura de que muchos alemanes tampoco. En mis clases de alemán Mann es mencionado como uno de esos autores imposibles, donde sus frases ocupan páginas enteras.
Yo desde luego no creo que lo intente nunca :)
Muchas gracias por pasarte por aquí, y por tu comentario!
Ratita de laboratorio
Hola! Yo lo acabé hace unos meses y lo guardo en mi corazón con mucho amor. Hans Castorp es entrañable. Reí un monton con su forma de ser, su naturalidad y simpatía, tan diferente de su primo, al que también le coges mucho cariño. También lloré por uno de los desenlaces, del que no haré espoiler y cuando lo terminé. Reconozco que habia momentos que se me hacía muy pesado con los discuros filosóficos sobre la muerte, la medicina, pero no desistí. Muy recomendable, a pesar de lo tocho que es.
ResponderEliminarHola Anónimo! Sí, estoy de acuerdo contigo: aunque a veces se pueda hacer pesado, es recomendable seguir.
EliminarUn abrazo y gracias por tu visita!
Lo acabo de terminar. Mi primer intento fue hace 6 años y me quedé en la página 500 tras días y días de lectura obligada y como a trompicones para lograr salir de lo tedioso que me estaba resultando. Pero decidí aparcarlo seguro de que encontraría un mejor momento. Y justo lo encontré en esta cuarentena de tantos días. Me leí esas primeras 500 páginas de un modo bastante rápido acordándome de algunas cosas y de otras no, y a base de lectura continua en el día poder salvar esas partes que aparecían de nuevo tediosas para mí. Sin embargo no recordaba tan gratamente las partes interesantes, sólo me había quedado lo farragoso y la idea de que quería volver a intentarlo. Las siguientes 500 páginas más de lo mismo. No voy a repetir que las discusiones filosóficas te enredan demasiado porque no logras, o yo, descifrarlas, igual que los temas científicos. Narra muy bien ese ambiente del paso del tiempo, de la sociedad y cómo se enfrenta a la enfermedad y cómo da la sensación de engañar a la gente el sanatorio. Quizás muy marcado el dualismo de los 2 profesores: el italiano y su razón muy bueno, el jesuita y su crítica espiritual y sus pinceladas a la típica idea de español: valor, severidad, irracionalidad, malo. Y lo que más me ha chocado en todo el texto y no leo en las críticas es que después de casi 900 páginas de sesudas reflexiones te cuele como si nada el espiritismo y narra hechos consumados totalmente irracionales que se cargan a mi parecer la concepción reflexiva del texto. Narra como realidad todas esas sesiones y la locura que empieza a suceder y quita verismo a la narración. Yo pensé en las 200 páginas finales o así que el sanatorio iba a ser clausurado por las apariciones de fantasmas y sesiones de espiritismo, como que sería lógico. Pero parece que a los clientes entre cura de reposo y reposo les daba igual lo de esas sesiones y a los propios administradores del centro... vaya, me ha roto esa parte la seriedad de la obra y su flemático y creible aire de perfecto mundo centroeuropeo. Esa parte da una buena patada al libro. Al menos el final, la guerra y su descripción y emoción de despedirme del héroe tras mil páginas me ha dejado otro sabor de boca. Un saludo.
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