Hace poco comencé un proyecto personal con la intención de investigar la literatura del exilio español, y volví a reencontrarme con un autor que ya ha sido nombrado varias veces en este blog, Ramón J. Sender. Viaje a la aldea del crimen llegó por sorpresa, encargado a última hora a los Reyes Magos, antes de que el corona virus llegara a Europa. Lo leí hace varias semanas: con su lectura conocí mejor un capítulo triste y de consecuencias muy graves en la historia de nuestro país.
Sender publicó Viaje a la aldea del crimen en 1934, recopilando informaciones y crónicas que él mismo escribió los días después del suceso de Casas Viejas. En enero de 1933 unos campesinos declararon el comunismo libertario en un pueblo andaluz, y la Guardia de Asalto terminó con la revuelta de forma brutal y ejecutando a los cabecillas. La violencia aplicada, que se creía ordenada por el Gobierno, terminó provocando meses después la caída de Azaña.
Sender habla en Viaje a la aldea del crimen de la pobreza en Andalucía, de los campos sin labrar, de los terratenientes y las diferencias sociales con los campesinos que pasan hambre. Este hambre es el que los mueve a apoyar soluciones radicales, porque ellos sólo quieren trabajar la tierra en una zona latifundista donde muchos terrenos permanecen baldíos. La Reforma Agraria de la República no se estaba aplicando como muchos esperaban, y el hambre, y la creencia en un movimiento a nivel nacional, les hace proclamar en Casas Viejas el comunismo libertario.
Iglesia de Benalup - Casas Viejas (web) |
Sender nos hace sentir presentes en las discusiones, en las primeras horas, en los tiroteos con la Guardia Civil. Nos hace entrar en la choza de Seisdedos, y vivir la tensión con ellos al constatar la presencia de mujeres y niños, la derrota inminente, la negación a rendirse. Las crónicas de Sender ayudaron a la sociedad española a conocer la brutalidad ejercida y las ejecuciones, y la suposición de que las órdenes venían de arriba contribuyó a la caída del gobierno.
Creo que eso es lo que más valor da a este libro: unas crónicas que muchos años después se demostrarían no del todo ciertas, unos principios en Sender que le hacían criticar al gobierno de la República sin pensar en las posibles consecuencias de su caída, una forma de pensar independiente y que se vio influida al conocer Andalucía y la pobreza que vio allí, a la que quiso hacer visible para hacer sentir a la sociedad que la represión había sido excesiva.
Después vendría la Guerra Civil, y el exilio, y Sender se marchó a California. A seguir escribiendo.
Un saludo especial desde el blog a todos los que estáis luchando contra el virus desde los hospitales, también a todos aquellos que ayudan a que la vida siga adelante, con la logística y los supermercados, por poner un ejemplo de los servicios mínimos que siguen funcionando en estos días difíciles. Al resto, a los que estáis obligados a quedaros en casa, aprovechad y leed algún libro. Os ayudará a llevarlo mejor y a escapar con la imaginación al lugar que os apetezca.
Y como dicen aquí: Bleibt gesund! En el blog os necesitamos. Un abrazo.
Ratita de laboratorio
hace muchísimos años leí de este autor "La tesis de Nancy", sobre una chica estadounidense en Andalucía en los años 60, escrita con un tono irónico. Está muy bien.
ResponderEliminarUn abrazo
Hola, Al calor de los libros!
EliminarLeí no hace mucho la tesis de Nancy, me hizo gracia el argumento, pero creo que algunas bromas han envejecido mal. de Sender yo me quedo con Mr. Witt en el cantón: por el tema, su trama, más compleja a medida que uno avanza en su lectura, y por el momento en que la escribió, antes de la Guerra Civil.
Gracias por pasarte por aquí!
Un abrazo fuerte:
Ratita de laboratorio