El papel de mi familia en la revolución mundial fue un souvenir que me trajeron de Belgrado, como ejemplar de uno de los autores más conocidos de la zona. Lo he leído en inglés, y su lectura no ha sido fácil. Traducido al castellano por Minúscula en 2009, la historia de la familia de Cosic nos traslada a la Segunda Guerra Mundial, y nos habla de la llegada del comunismo. Un cuento muy gracioso, que en la edición que yo leí viene acompanado de otros cuentos más contemporáneos, incluyendo algunos sobre Proust y los paralelismos entre su obra y la de Cosic durante la Guerra de los Balcanes.
Cosic publicó El papel de mi familia en la revolución mundial en 1969. Vivió en Belgrado hasta que en 1992 se marchó a Rovinij por su desacuerdo con el régimen de Milosevic.
El papel de mi familia en la revolución mundial está escrito por un nino, que nos cuenta desde su inocencia las cosas que pasan en su familia. Viven en Belgrado, y con mucho humor leemos sobre los distintos trabajos que ejercen los distintos miembros de la familia para poder salir adelante, entreviendo los problemas o los dramas que hay detrás, como un padre alcohólico, o el miedo a decir la verdad sobre el régimen político.
Bora Cosic (el cultural) |
En la edición que yo leí también se habla de problemas de la antigua Yugoslavia más reciente, como la Guerra de las Balcanes y cómo la vivó su autor. Serbio, se trasladó a Croacia durante la contienda, y cuenta cómo sus compatriotas esperaban que criticara a Serbia y su política. Cosic redacta dos cuentos donde, estableciendo paralelos con En busca del tiempo perdido, nos dice que todo está escrito ya, que Proust habló sobre el futuro, y que Cosic se siente incomprendido en todas partes, pues todos esperan de él algo que no puede, o no quiere hacer. También habla de los Verdurin, de cómo también existen ahora, y de lo atemporal de los tipos descritos en los libros.
Cosic es considerado como uno de los autores contemporáneos más importantes de Serbia. No sé cómo será en su lengua materna, pero en inglés a mí me ha parecido difícil de leer. Además, algunos de sus cuentos se me hicieron un poco largos, aunque creo que influyó mucho el estilo. Por eso os recomiendo que, si queréis leer alguna obra serbia del s. XX y elegís a Cosic, lo hagáis en espanol. Minúscula tradujo esta obra en 2009, y creo que merece la pena leer sobre ciertos dramas del s. XX como la guerra o el comunismo con un humor como el suyo, que nos cuenta y nos hace reír, haciéndonos entender que los ninos tienen su propio código a la hora de contar en la escuela lo que pasa en su casa.
Ratita de laboratorio
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