viernes, 28 de septiembre de 2018

El cuento de la criada, de Margaret Atwood

El cuento de la criada ha servido de inspiración para una de las series más conocidas de la actualidad. Ese hecho, y el rumor de que Atwood iba a ganar el Premio Nobel el mismo ano en que lo ganó Alice Munro, me hicieron decidirme por esta lectura veraniega en inglés. Gana al final, todo hay que decirlo, pero sospecho que la serie adaptó ciertos anacronismos (y anadió trama) al siglo XXI...
 


Atwood publicó El cuento de la criada en 1985. En varios de sus libros habla de los derechos de la mujer. Esta novela ha sido adaptada como película, ópera y serie de televisión.

Autora (wikipedia)
El cuento de la criada es una distopía en la que la mujer es valorada por su fertilidad. En el futuro del que Atwood nos habla, es difícil tener hijos, y las mujeres con más probabilidades de poder ser madres son seleccionadas como "criadas" para servir al "comandante" y tener hijos con él. En esta sociedad todas las mujeres pierden sus derechos, y son divididas en categorías según sus atributos (criadas, martas, esposas). Existe hasta la categoría de "no-mujer" (unwoman en inglés).

Atwood, desde la perspectiva de Offred (el nombre de la criada protagonista), va mezclando la descripción de la situación actual con la pasada, en la que Offred era libre. Estos cambios de tiempo (demasiados, para mi gusto), nos permiten darnos cuenta de que el mundo de Offred era como el nuestro, y plantearnos si sería posible en un futuro un mundo como su presente. 

Cartel de la serie, con Elisabeth Moss
A mí me cuesta mucho imaginarme una sociedad donde la situación de la mujer retrocediera tanto (en países donde la igualdad es un hecho), pero la focalización de Atwood en la fertilidad le da un tono diferente a la distopía. En la sociedad del futuro, la fertilidad es un bien de la comunidad, y hay personas que se creen con derecho a decidir sobre la fertilidad y maternidad (o no) ajena. Está claro que este debate es más presente de lo que creemos, y Atwood con esta novela nos dice: cuidado, vuestro cuerpo es vuestro. Estad atentos contra la radicalización.

Yo creo que se nota que la novela de Atwood se escribió en los ochenta, y algunos detalles no encajan (como el deseo de Offred de echarse crema). No es la belleza en cierto modo también esclavitud? Pero creo que son más anacronismos que otra cosa, y la obra es original. A mí me cansaron los cambios temporales, pero al final me terminó gustando. Otras distopías como 1984 me han gustado más, porque yo no creo que el futuro vaya en esa dirección. Pero, claro, Offred tampoco lo creía...

Ratita de laboratorio


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