
George R.R. Michael
escribió y escribió tras redactar el tercer ejemplar hasta que se
dio cuenta de que el cuarto se le había ido de las manos. Tenía
tanto material que decidió dividirlo en dos en función de los
personajes: en el cuarto libro contaría la historia de algunos de
ellos y, en el quinto, de los demás. Es por eso que en el cuarto
libro no hay tantas historias intercaladas y, las que hay, tienen un
final más o menos claro. Como dije, si son personajes interesantes o
no, es cuestión de la opinión de cada uno pero, en general, a mí
el autor no me ha defraudado.
Os recomiendo que os
pongáis con él si habéis leído antes el tercero (la tercera
temporada sólo cuenta la mitad del homónimo en los libros), y si le
dais una tregua al autor y no esperáis tantos giros inesperados en
la trama. Os gustará.
Ratita de laboratorio
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