Me he leído este libro porque me lo recomendó una amiga: me lo prestó y me prometió que me iba a encantar. Sin embargo, su lectura ha resultado ser toda una decepción.
El Elemento no es un libro de autoayuda, sino una recopilación de historias de personas que a lo largo de su vida han encontrado el Elemento. ¿Y qué es el Elemento? El Elemento es un estado al que llegamos a través de la realización de una tarea/trabajo para el que tenemos una capacidad inaudita y que nos lleva al éxito y a la autorrealización.
Tras la definición del Elemento como estado en los primeros capítulos de la obra, el autor describe en capítulos posteriores los diferentes factores que influyen en su desarrollo, como la familia, los amigos o la cultura. También explica el importante papel que puede desempeñar la figura del mentor en la consecución del éxito, como estímulo y ayuda en los momentos de desánimo, y critica el sistema actual de educación por su capacidad para destruir e infravalorar aquellas virtudes en los niños que les hacen diferentes y por ello especiales. Para terminar, nos anima a no rendirnos y a buscar nuestro Elemento en cualquier momento de nuestra vida, y a luchar por dedicarnos a ello, pues su hallazgo y puesta en práctica nos hará felices para siempre.
Mi decepción al leer el libro viene ocasionada probablemente por mi trabajo, totalmente técnico, y con el que todavía no he conseguido llegar al éxtasis. Quiero decir que todas las personas que hablan del Elemento en el libro se dedican al arte, de una manera u otra, o a trabajos que son de alguna manera de vocación, pero no habla de ingenieros que construyen puentes, ni de misioneros anónimos que viven en África, ni tan siquiera de médicos de urgencias. Supongo que esos trabajos no son tan chulos como aquellos de los que habla el autor, pero son tareas que tienen su mérito (y qué mérito) y sin las que otro tipo de trabajos serían sencillamente imposibles.
Otra cosa que me ha provocado rechazo en la lectura ha sido la similitud que establece el autor entre el éxito y el dinero y la fama. Ser feliz con nuestro trabajo o ser bueno en algo no tiene por qué hacernos millonarios, o conocidos entre los vecinos. Y no pasa nada, hay gente que, aunque este señor no lo crea, no tiene como meta ser reconocido por la calle. La fama no es sinónimo de talento, ni el éxito personal tiene por qué implicar tener dinero. He echado de menos a lo largo del libro entrevistas o comentarios sobre gente anónima y feliz, realizada, que nunca se hizo famosa pero que también es capaz de quedarse embelesada durante horas mientras hace un collage con papel de revistas.
Aunque más preocupante que lo anterior es la convicción del autor de que TODOS tenemos un Elemento por ahí, escondido, con el que poder hacernos ricos. Una capacidad o talento con el que podemos triunfar en la vida. ¿Y si no? ¿Qué pasa con todos aquellos que luchan por su sueño sin conseguirlo, que fracasan a la primera, y a la segunda, y que nunca consiguen ganarse la vida con aquello en lo que creen que son buenos porque realmente no son buenos? ¿Por qué el autor no habla casi del fracaso, presente en la vida desde el nacimiento, y cuya aceptación es tan necesaria en una sociedad como la actual, donde si no eres el mejor no eres nadie?
A pesar de las críticas anteriores, sí que estoy de acuerdo con algunas de las tesis de sir Robinson (sí, queridos lectores, el autor del libro es sir y lo pone bien claro en la portada. Supongo que por eso es el único ser de la tierra que llama sir McCartney al ex-componente de los Beatles). Propone una reforma de la educación donde la enseñanza esté personalizada, y donde se intente ayudar a encontrar esas capacidades asombrosas que al parecer todos tenemos a aquellos chavales con problemas de aprendizaje. Contra esto no tengo nada: ser malo en Matemáticas no tiene por qué minar tu autoestima. Ahora bien, las asignaturas de Matemáticas y Lengua deben ser prioridad en el sistema educativo en contra de lo que defiende el autor. En mi opinión, dominar la lengua y los números sigue siendo fundamental para desenvolverse en la vida real y, como ya dije antes, no todos somos artistas sin mecenas, así que qué menos que dominar las cuatro reglas para lograr independencia el día de mañana.
Con todo, he de reconocer que el libro ha influido en mí. Su mayor mérito (quizá algún lector lo haya pensado) es la creación de este blog. Al leer el libro intenté reflexionar y descubrir cuál es mi Elemento, ya que como comenté antes, mi trabajo técnico me gusta pero no lo consideraría mi Elemento tal y como lo describe el autor. Y recordé aquel dibujo que hice en tercero, donde me retraté el día de mañana (o de hoy, si tengo en cuenta el tiempo transcurrido) siendo escritora. Como para ello ya tiré la toalla pues me falta constancia, dediqué mis años posteriores a leer y aprender sobre literatura. Y decidí que una forma de convertir una afición pasiva en activa podría ser crear un blog sobre libros. Y aquí estoy, criticando libros, y dando el honor a sir Robinson de ser el tema de la primera entrada. Ya veremos si el blog no se convierte en el primer objetivo del año sin cumplir. ¡Feliz 2012, y a buscar Elementos!
Ratita de laboratorio
Muy buena reseña.
ResponderEliminarSi no estuviera cansado porque mi tortura(empleo) me quita las pocas fuerzas que teng,apoyaría algunas cosas de tu tesis.
De hecho, estoy de acuerdo con los dos.
Y sí, hay un algo en lo que te destacas y te hace feliz... !Ahí he tu elemento! (P ej: Escribir un blog reseñando libros)
!Saludos!
Hola Pepe Le Pew!
Eliminarme alegro de que te guste la resenya: por mucho que me queje, gracias al libro empecé a escribir el blog. y sí, me gusta mucho resenyar libros, y empezar esto fue uno de los mejores objetivos del 2012 (que además se cumplió).
Muchas gracias por seguirnos. Espero que tú también tengas un elemento que, aunque no te dé de comer, te haga feliz.
Un saludo,
Ratita de laboratorio
No me gusta la palabra gurú empleada en algunos medios, pero sí creo en gente que tiene la lucidez de percatarse de cosas con tanto sentido común que los demás no son capaces de ver por obvias que son.
ResponderEliminarCreo que éste es el caso y el valor de Ken Robinson (supongo que como es humano, para él tiene un gran valor ser Sir...), pero de verdad, ¿Te parece poco mérico que un simple libro consiga que hagas un blog, lo construyas, lo alimentes, le dediques tu tiempo libre?...me parece increíble, he leído cientos de libros que me han aportado poco o nada, y encontrar uno que canaliza algo en tu vida, es un raro regalo. Entiendo que en ciertas cosas el libro flojea y seguramente falten esos ejemplos que dices de gente de a pie (aunque yo le he oído en conferencias comentar casos de bomberos, profesores...), yo concluyo que no todos podemos ser artistas, en absoluto, pero sí podemos ser un informático creativo, un matemático apasionado, un jardinero feliz o un bombero entusiasta...se nota cuando algo lo disfrutas, se nota en un dependiente, en un albañil o carpintero o profesor o barrendero, hay miles de ejemplos y debemos estar atentos para verlos y que nos inspiren tanto como Picasso o Mozart.
Mucho ánimo y sigue con tu blog, quizás tu elemento sea leer libros y comentarlos!
Hola! Sí, claro que tiene mérito que un libro te haga plantearte ciertas cosas y que, como en mi caso, me impulsen a abrir un blog y comentar los libros que leo (siempre se lo agradeceré a la amiga que me prestó el libro, aunque ella no lo crea). Quizá pueda ser una ayuda para muchas personas. De todas formas, el planteamiento me sigue pareciendo demasiado idealista, porque hay trabajos que no gustan, y hay elementos (como tener un blog) con el que nunca nos haremos ricos que, parece, debe ser nuestro objetivo vital.
EliminarQuizá fui un poco dura con el libro, pero bueno, alguna crítica negativa tiene que tener, no? Y considero que el post en el fondo es una buena compensación: Ken Robinson forma parte de nuestro blog, de lo que no puede presumir cualquiera ;)
Muchas gracias por tus ánimos y por tu comentario, espero que sigas visitándonos de vez en cuando! También espero que encuentres tu Elemento! :)
Donde puedo comprar en chile ese libro soy de Chillan octava region
ResponderEliminarHola Inés,
ResponderEliminaryo la verdad no puedo ayudarte. supongo que, si no lo encuentras en una librería, tendrás que pedirlo por Internet o comprarlo en formato e-book. quizá alguien de chile que aterrice en nuestro blog pueda echarte una mano.
Espero que tengas suerte y puedas leerlo.
Saludos y gracias por leer nuestro blog!