Las personas del verbo fue un regalo de cumpleaños, de lectura un poco tardía. A Gil de Biedma no lo tenía en mi lista de pendientes, y quizá por eso me ha sorprendido tanto su antología. Me ha encantado: es muy auténtica, sin exagerar en lo emocional, como él mismo diría. Paralelamente he leído sobre su vida, y he descubierto que escribió poco y que compaginó su actividad literaria con su trabajo como directivo de una gran empresa.
Y me he dicho: aún estoy a tiempo.
Gil de Biedma publicó pocos libros. Las personas del verbo es la antología de toda su obra, publicada en dos ediciones, en 1975 y 1982, cuando decide completarla con algunos poemas más. Miembro de la generación de los cincuenta, cuidaba muchísimo la forma de sus poemas, aparentemente sencillos y con lenguaje coloquial. Habla de sentimientos y experiencias, sin excederse en sentimentalismos y alejándose de la poesía social.
Publicó Compañeros de viaje en su juventud, como viaje desde el final de la adolescencia a la edad adulta, como diría el propio autor. Después publicó Moralidades, que representa su madurez como poeta. Y más tarde sus Poemas póstumos, deprimido por el paso del tiempo y la llegada de la vejez.Gil de Biedma pertenecía a la alta sociedad, pero era de izquierdas, era directivo en una multinacional y adoraba salir de fiesta, se movía en una sociedad conservadora pero era homosexual. En su poesía habla de estas contradicciones y de lo mal que llevaba envejecer, de la amistad, del paso del tiempo, de dejarse llevar y el arrepentimiento. Y lo hace tan bien que consigue que le entendamos a la perfección. Su poesía es auténtica, le leemos a él cuando escribe, en poemas donde buscaba la perfección formal.
La antología de Gil de Biedma ha sido todo un descubrimiento. Precioso, su Pandémica y celeste, pero hay muchos poemas más que estremecen, que obligan a leer dos veces, que me acompañarán siempre.
Aquí os dejo como muestra uno de sus poemas más famosos, cuyos primeros versos se citan a menudo:
No volveré a ser joven
Sobrecogida aún por sus poemas, volveré a menudo a releerlo. Es un bonito regalo, de la editorial Galaxia Gutenberg y prólogo de James Valender. Ocupará un lugar privilegiado en mi biblioteca.
Ratita de laboratorio
Ese poema que nos compartes es precioso. Un saludo
ResponderEliminarHola Esther! Sí, totalmente de acuerdo. Un abrazo, y gracias por tu visita!
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