Drink time! fue una sorpresa, un regalo de una amiga de Madrid que vino a verme y me animó el verano. Lo he tenido en la lista de pendientes hasta ahora, y entiendo por qué me lo ha regalado. Leigh Fermor tuvo una vida especial, y como él, todos deberíamos aprender a luchar por lo extraordinario.
Payás es escritora y traductora, y también trabajó como guionista. Se hizo amiga de Leigh Fermor, y de sus conversaciones durante diversas estancias en su casa de Kardamili surge Drink time!, un librito que homenajea a Leigh Fermor: por su carácter y sus ganas de vivir.
Leigh Fermor decidió con 18 años ir andando a Constantinopla, descubriendo una forma de viajar que más tarde reflejaría en sus libros. Fue miembro de la inteligencia británica durante la Segunda Guerra Mundial, y lideró en Creta el secuestro del General Heinrich Kreipe, inspiración de la película Emboscada en la noche.
Su mujer Joan y él descubrieron Kardamili en uno de sus incontables viajes a Grecia, y decidieron construirse una casa allí para formar un hogar. Abierto a las visitas, a menudo estaba lleno de intelectuales, amigos y conocidos de la pareja con los que comían, bebían y conversaban.
Payás nos habla del último Leigh Fermor: después de la muerte de Joan, vive en Kardamili solo, acompañado de su amiga Elpida, que se encarga de las tareas del hogar. A pesar de su edad y de sus achaques, sigue riendo, conversando y siendo fiel a sus ritos diarios (su Drink time!).
Payás consigue transmitirnos su admiración por Leigh Fermor, y a mí me han dado ganas de leer sus libros, que no conozco. Dicen que fue maestro en el género de la literatura de viajes, e imagino que sus libros serán especiales: viajaba despacio, observando, disfrutando. Y entiendo que con esa calma y optimismo vital, esa curiosidad y sus ganas incansables de leer, Payás le crea último de toda una generación.
Quizá lea en el futuro algún libro suyo. Ya os contaré.
Ratita de laboratorio
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