Hace un año mi profesor de alemán nos
pidió que preparáramos una presentación de nuestro libro favorito,
a ser posible de nuestro país y / o en nuestra lengua materna. Yo me
decidí por La Colmena, porque me encantó en su momento y
porque me parecía un buen ejemplo de literatura española para
presentar a mis compañeros: un libro en español, sobre
un tema tan español como la posguerra y escrito por un autor que
ganó el Premio Nobel y que, por tanto, tiene reconocimiento
internacional. Hoy traduzco esta presentación (precuela del blog) porque mis proyectos de
entradas son ya para el 2013, y me resisto a no escribir una última
vez antes de que acabe el año. Sí, ya sé que aún falta para
Navidad, pero aquí ya han puesto los Mercados, y eso quiere decir
que el fin del año (y del mundo, según los mayas), está cerca. Así
que con La Colmena me despido de vosotros hasta el año que
viene.
Camilo José Cela publicó La Colmena en el año 1951 en Argentina. En España no vio la luz hasta 1963 porque, en un principio, fue censurado. El motivo eran las escenas de sexo, aunque quizá eso sólo fuera la excusa, ya que el libro en sí refleja a la perfección la falta de libertad que había en el país durante los años de posguerra y es posible que esa crítica velada tampoco gustara mucho a los censores. Camilo José Cela, Premio Nobel de Literatura en el año 1989, nunca dejó clara cuál era su posición frente al Régimen. Durante la Guerra Civil luchó con los Nacionales, y más tarde fue censor, pero escribió un libro que para mí es de las mejores críticas que se han hecho de la Dictadura de Franco. Obviamente, escrito desde dentro y para pasar la censura, la crítica no es tan clara como se podría desear, pero ahí está el mérito de Cela: en sortear la censura (eso sí, aprovechando un momento aperturista) para publicar un libro de una calidad inmejorable y conseguir que la gente reflexione sobre la situación política.
Explicar el argumento de La Colmena es
difícil, porque no tiene. La Colmena es un conjunto de relatos
cortos donde el narrador objetivo describe lo que le pasa durante 3
días en el año 1942 a más de 300 personajes. La Colmena se llama
así porque cada relato es como una celda de una colmena, cada
historia es un cuadro que el autor describe a la perfección, de
forma que, la suma de todas estas pequeñas historias, nos den una
idea del conjunto de la sociedad de los años cuarenta en nuestro
país. Por eso no hay principio ni hay final: es como si el autor
hubiera hecho una foto y nos contara 3 días cualesquiera en la vida
de un sinfín de personajes. Las historias no empiezan por el
principio, ni tenemos por qué conocer el final, sólo son escenas de
la vida de gente de la que no hay por qué saber nada más.
Ambientado en Madrid, se habla de calles, plazas y cafeterías que a
los de allí os sonarán. Digna de mención es la calle Gran Vía, a
la que el autor le otorga su antiguo nombre, quizá desafiando a la
censura, en vez de llamarla como se llamaba entonces: Avenida de José Antonio.
Este libro es complicado de recomendar
porque, o la gente lo adora, o lo odia. Y no se sabe muy bien por
qué, por lo que es mejor que cada uno decida si Cela merece la
oportunidad de ser leído. Si lo leéis, os recomiendo una edición
con guía de personajes. Podéis intentar haceros una vosotros pero,
como al principio no se sabe qué personajes son importantes y cuáles
no, es posible que tiréis la toalla y no sigáis leyendo cuando
vuestra guía particular empiece a ocupar más que el propio libro.
Yo leí un libro con guía y me ayudó, no lo niego, pero creo que
sin ella también se puede leer, porque algunos personajes sí que
están relacionados con otros, o tienen más peso en la obra, y Cela
se asegura de que lo entendamos y los situemos.
Con este libro me despido entonces
hasta el año que viene. Escribir este blog ha sido una de las
mejores decisiones que he tomado en mucho tiempo, y estoy feliz de
que las ratitas hayan salido adelante. Un saludo especial a nuestros
once seguidores, pero también a los visitadores ocasionales: espero
que los Reyes Magos también nos hayan leído y este año vengan
cargados de buena literatura. Feliz Navidad a todos y que el 2013, si
los mayas lo permiten, nos traiga lo mejor.
Ratita de laboratorio
A mi me parece más bien así así, digo, que ni lo odio ni lo amo. La propuesta es interesante, la idea de ir relatando historias que no necesariamente tengan un principio o un final y a través de ellas ir explicando parte de la realidad es una idea muy valorable. Otra cosa es el enfoque y otra es la prosa, el enfoque me parece plano, sin mucha sustancia ni profundización, porque el hecho de que el autor no tuviera intención de contar la historia individual de cada personaje no quita que estos no adquieran matices interesantes o profundos, pero a mi me da la impresión de una muestra, algo que vemos por encima pero de lo que al final no sabemos nada. En cuanto a la prosa: fácil, llana, a ratos aburrida. En resumen...así así...
ResponderEliminarHola Anónimo, muchas gracias por compartir con nosotros tu opinión!
EliminarComo digo, es difícil que este libro deje indiferente, así que me alegro de que al menos lo terminaras, aunque no te haya gustado mucho. Cela es bastante objetivo en su relato, hace como "fotos" de la vida de sus personajes, y supongo que por eso profundiza poco: yo creo que nos deja ese trabajo a nosotros.
Quizá yo lo mire con muy buenos ojos porque me gustó mucho, o Cela simplemente no sea tu autor. Si algún día vuelves a intentarlo, pásate por aquí y nos cuentas.
Abrazos!