Chandler publicó El largo adiós en 1953. Además de como escritor, Chandler trabajó como guionista.
El protagonista de El largo adiós, Philip Marlowe, es detective privado y es comparado con Sam Spade (protagonista de la obra de Hammett). Ambos fueron interpretados por Humphrey Bogart en el cine, y fueron los culpables de que pensara que leía en realidad el mismo libro. Ambos autores lo hicieron tan bien, que crearon un género.
Marlowe conoce a una pareja una noche en la que sale a beber algo, los Lennox, que parecen ricos y algo bebidos. No se sabe muy bien por qué Marlowe mantiene la relación con el hombre, Terry, y poco después se entera por él de que su mujer ha sido asesinada.
Uno de los puntos más interesantes (y más típicos de estas novelas de detectives) es que Marlowe, a pesar de parecer un hombre duro al que nada le importa, conserva unos ciertos principios, y es más listo de lo que parece. Así que poco a poco la trama se va complicando con mujeres fatales, problemas de alcohol y matrimonios desgraciados.
Si os gusta la novela negra, tenéis que leer en algún momento los grandes clásicos y, sin duda, El largo adiós es uno de ellos. Claro que lo que Chandler inventó se ha repetido hasta la saciedad, pero se merece que lo leamos para entender dónde nació el género y homenajear de alguna forma a sus creadores.
Ratita de laboratorio
Me gusta el título del blog.
ResponderEliminarY me gusta el policial negro.
Así que tendré que leer la novela. Y ver la película.
Saludos.