La narradora es una mujer en la treintena tan convencida de que no quiere tener hijos que se ha sometido a una ligadura de trompas y vive como una traición cada vez que sus amigas anuncian que serán madres. Desde este punto de partida y en primera persona, habla de otras mujeres cercanas a partir de su posición hacia la maternidad: una amiga íntima ansiosa por ser madre y que finalmente concibe a una niña con problemas y una vecina deprimida con un hijo conflictivo con el que no consigue conectar. A través del punto de vista de la protagonista asistimos al conflicto de los otros personajes: los sentimientos de amor máximo y rechazo de la que será madre; la impotencia, el hartazgo y a veces el odio de la madre que no logra llevarse bien con su hijo. También aparecen otras mujeres y otros conflictos: la amistad, la relación de la propia protagonista con su madre, la solidaridad entre mujeres que aparece en varios puntos de la novela y que quizás sea el mensaje clave que Nettel parece querer lanzar.
El tema no es nada fácil y es muy dado, y más en los últimos tiempos, a caer en lugares comunes. Los hay en la novela de esta autora mexicana pero también hay otros detalles y otros logros que hacen que la novela merezca la pena y contenga momentos emocionantes. El abanico de situaciones y personajes hace que sea prácticamente imposible no identificarse con alguna de las realidades que plantea y lo hace de forma respetuosa y natural, por complicadas que sean. No hay tantas novelas que hablen de lo que supone el hecho de la maternidad para todas las mujeres, quieran o no quieran serlo. Sólo por eso acercarse a este libro puede merecer la pena.
Ratita presumida
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