Terminamos 2018 con un post sobre Siddhartha, que las dos ratitas leímos hace ya mucho tiempo. Su relectura tenía que haber marcado la preparación de las vacaciones, para haber ilustrado las visitas a templos budistas, pero no pudo ser. Como libro profundo, perfecto quizá para un público joven, este post os invita a dedicar un tiempo de vez en cuando a las preguntas más complicadas sobre la vida: por qué estamos aquí, para qué, y cómo llenar el vacío de la existencia. Cualquier época es buena, pero la Navidad y el cambio de año son perfectos para echar la vista atrás y proponerse objetivos para el 2019. Que leer sea uno de ellos.
Hesse publicó Siddhartha en 1922, después de haber vivido un tiempo en la India, pero no fue su única obra de temática oriental. Muy leído en todo el mundo, Hesse recibió el Nobel de Literatura en 1946. A temporadas un hombre atormentado, fue llamado traidor en su país por criticar el nacionalismo alemán en la Primera Guerra Mundial, ya que era pacifista. También sufrió el desprecio y la censura durante la Segunda. Su obra El juego de los abalorios fue su última novela, donde imagina una sociedad donde se aúnan los mejores valores de las distintas culturas. Murió en 1962.
Hermann Hesse (wikipedia) |
Siddhartha cuenta la vida del hijo de un brahmán que abandona su casa en compañía de su amigo Govinda para emprender un camino exterior (e interior) en busca de la sabiduría. Algunos de los pasajes se corresponden con la vida de Siddhartha Gaudama, Buda, pero no es una biografía suya. Siddhartha conoce en su camino el ascetismo, la amistad, el amor, y pasa por diferentes etapas en su intento de llegar al nirvana. Sus dificultades para sentirse bien, su búsqueda de valores o formas de vida que le hagan encontrar un sentido al mundo, hacen de esta obra (como varias otras de Hesse) una novela perfecta para un adolescente, por la descripción perfecta de ese vacío, o de esas dudas que asolan sobre todo a ese joven inconformista que busca algo más que justifique su existencia.
Siddhartha, además de ayudarnos a poner palabras a ese vacío interior, nos acerca al budismo, y explica muy bien (o eso creo recordar) el camino recorrido en la búsqueda de uno mismo, y de la paz interior. Un camino que deberíamos recorrer todos para plantearnos si nuestra vida es como queremos, o si deberíamos buscarle más sentido. Es un libro muy recomendable siempre, porque Hesse es un imprescindible. Y libros como Demian, o El lobo estepario son, además, perfectos para un lector adolescente.
Quizá sea un buen objetivo de cara al nuevo año, reflexionar un poco más. En mi caso, me prometo no volver a posponer la preparación de un viaje por motivos laborales: me hubiera encantado comentar en los templos el viaje interior de Siddhartha y su experiencia con Govinda y Kamala. A pesar de eso, estuve muy contenta.
Feliz 2019 a todos.
Ratita de laboratorio
Este libro es hermoso y al igual que Demian, te hace reflexionar bastante.
ResponderEliminarHola Gitanilla,
Eliminargracias por tu visita! estoy totalmente de acuerdo contigo.
un abrazo,
Ratita de laboratorio