domingo, 14 de enero de 2018

El Palacio de los Sueños, de Ismaíl Kadaré


Sigo leyendo obras de autores que suenan en la quiniela de los Nobel y Kadaré, autor albanés, es uno de ellos. Me decidí por El Palacio de los Sueños porque es el que me resultó más fácil de encontrar, y porque lo denominan su obra maestra.


Dicen que Ismaíl Kadaré nunca ganará el Nobel por haber participado del gobierno de Hoxha en la República Socialista Popular de Albania, durante el cual se perseguía a la oposición y a los disidentes políticos. Kadaré terminó exiliándose por la falta de libertad que experimentaba como escritor en su país, pero dicen que para algunos hizo esto demasiado tarde. En El palacio de los Sueños (publicado en 1981) hace una crítica tal del régimen socialista (del poder absoluto en general) que me cuesta imaginar que alguien ponga en duda su posición política ante la situación de su país, pero quizá sus detractores no entiendan bien sus metáforas, o la primera versión de su obra (apta para la censura aunque le trajo muchos problemas) fuera demasiado edulcorada.

Ismail Kadaré (wikipedia)
El Palacio de los Sueños habla de la época del Imperio Otomano, y de cómo la familia Qyprilli (familia muy influyente en Albania) ayuda a uno de sus miembros a entrar en el Palacio de los Sueños. En este palacio-ministerio se analizan los sueños de los habitantes del país, que mandan cada día para ser seleccionados e interpretados por los trabajadores. Desde tiempos inmemoriales se interpretan los sueños y se han intentado leer en ellos las señales para predecir el futuro y así evitar los posibles peligros. Ahora, el Imperio intenta descubrir a través de los sueños de la población los designios del destino y anticiparse a los problemas.

Gracias a Mark Alem conocemos algunos entresijos del Palacio, y su forma de funcionar. Él no es un hombre muy ambicioso, pero a pesar de eso va ascendiendo en el escalafón.

Este libro es una metáfora (para mí muy clara, pero habría que leer la versión previa al exilio del autor) del control que un poder totalitario ejerce sobre su población. Su forma de contarlo, con los sueños, la ignorancia del pueblo, los rumores, etc. me ha gustado mucho, y entiendo la fama de este autor. Además, ayuda a entender la política en otros países.

Es totalmente recomendable, un libro que todo el mundo debería leer para entender mejor nuestra sociedad: la pasada, presente y la posible futura. En ese sentido me ha recordado a 1984, que con su mundo futuro imaginario nos ayuda a estar atentos en el presente para intentar evitar que se haga realidad. Yo seguro volveré a leer a este autor.

Ratita de laboratorio


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